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Después de años de carrera firmando como Smog o (Smog), Bill Callahan presenta este trabajo bajo su propio nombre. Para estos efectos se ha hecho asesorar por la producción de Neil Michael Hagerty (ex Royal Trux, Pussy Galore), y el apoyo de la vocalista Deani Pugh-Flemmings, la violinista Elizabeth Warren y el guitarrista Pete Denton.

Sin desmarcarse de su estilo folk, Callahan se aventura en facetas más estimulantes por ahora, con visos del sonido glam a lo Bolan/Bowie (‘Footprints’ o el single ‘Diamond dancer’). También se permite el uso de coros gospel (‘Sycamore’, ‘The wheel’), tal vez para glorificar la propuesta y que en cierta manera pueda emparentarse con el álbum Rain on Lens (Drag City, 2001) si hacemos una asociación rápida. De momentos más íntimos, como nos tiene acostumbrado, vale mencionar sólo un par de temas (‘Night’, ‘From Rivers to the ocean’) porque la cosa claramente va por otro lado en esta ocasión. Aparentemente, el hombre se quiso sacudir del aura doliente a la que retornó en A River Ain’t Too Much to Love (Drag City, 2005) para mostrar una imagen algo más liviana si se quiere. Y de ahí que se incluyan más arreglos y voces adicionales para despistar el camino tradicional por el que él arrastra.

En verdad Woke On A Whaleheart resulta más bien un ejercicio mucho más personal en este caso, pero que carece del atractivo lacónico que posee la mayoría de los discos de Smog. Por tanto para los seguidores de Callahan puede revestir importancia, pero a grandes rasgos se trata de una obra de tono menor más para completistas que para aquellos con más espíritu crítico.