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Dos años después de Boca Per Versa, el EP con que se dieron a conocer, Blanco entregó en 2007 su disco debut, Lista para disparar. El álbum -editado a través de la Unión de Músicos Independientes y disponible para descarga directa– es una coproducción entre Juan Stewart y Gustavo Cagliolo y fue registrado en los estudios El Cielito y El ??rbol, ambos en Buenos Aires.

Lo primero que nos llama la atención es que se trata de un set de canciones que, dentro de su heterogenia y variedad de matices, logra transmitir un clima uniforme. Refuerza esta sensación la decisión de unificar las composiciones sobre un continuum de kalimbas que le otorgan al disco una fluidez orgánica que no se corta, salvo para la exhibición del último track: “En 41???, un experimento con programación rudimentaria, que explota en un aletargado mantra impulsado a base de órgano y que es una invitación al canto fogonero. Dejando de lado el mencionado tema, el resto del disco funciona en forma conjunta y revaloriza la importancia del álbum como obra, un concepto bastante desestimado en estos días de descargas masivas.

En segundo lugar, producto de una cuidada planificación y de un importante trabajo de preproducción, Lista para disparar muestra claramente a una banda que ha madurado en relación a su primer EP. Ya no encontramos titubeos, esbozos de lo que podría ser una buena canción; incluso la elección de un cover –“La luz de la cara roja???, de Don Cornelio y La Zona– tiene perfecto sentido y demuestra la oscura angustia del tema con un original arreglo con raíces en el post punk mas tumbero.

Es digna de destacarse la decisión de otorgar al disco de cierta línea conceptual. Eso se percibe en la integración de los distintos temas dentro de una historia de amor interplanetaria, que se delinea en un interesante comic que ocupa las páginas del booklet –también incluidas en el archivo de descarga- y que permite medir las letras en ese contexto. La idea termina de cerrar con el logrado arte de tapa: un homenaje al cine bizarro de clase B y a sus emblemáticas ilustraciones.

El disco impacta desde su arranque con “41???. Continua con la sutileza de “Soy??? con sus teclados como sabanas, y “A buscarte??? con ecos del Neil Halstead solista. Sigue en su parte media con los jugueteos psico-mariachis de “Adiós??? -en la que logran transpolar un hilarante clima de feria de atracciones en un juguetón arreglo de trompetas- y la fragilidad de “Lejos???. Nos dejan así preparados para el grand finale: el furioso tríptico constituido por el cover de Don Cornelio, por “N/N??? y “Ballymore???, inflamado brote que marca el fin de la aventura.

Marcando un interesante progreso en relación a un primer EP algo irregular y dubitativo, Blanco lograr redondear un disco en el que consigue reflejar su idea de lo que debería ser el pop de guitarras, de cómo tiene que sonar un disco y de lo que entienden por un álbum conceptual.

Lista para disparar se puede descargar desde este link