Cuarto disco de la banda, disco maldito para algunos que hablan del comienzo del ocaso. El inicio de la decadencia del britpop que por esos años vivía ese auge. Pero esos no eran días para preocuparse de lo que vendría. The great escape competía codo a codo con (What’s the story) morning glory? de Oasis, estrenado casi al mismo tiempo y obra cúlmine de la banda enemiga de los londinenses, ambos íconos de la batalla por el trono del pop británico de mediados de los 90s.

Musicalmente, The great escape no sigue una línea muy definida. Hay remilgos del estilo que los hizo conocidos en sus inicios, pero también recurren a “la fórmula”. Por una parte, esta cuarta entrega incluye los que serían sus mejores singles en términos de taquilla.

Es así como “Country house” y “Charmless man” se transforman en lo más exitoso del álbum, sin estar si quiera cerca de ser lo mejor. La historia del pop, dirán algunos. Letras simplonas y melodías ingenuas aseguraron el éxito en el Reino Unido posicionando la primera como número uno.

Pero no todo puede ser la silly tune. “Globe alone”, “Best days” o “It could be you” aparecen como lo más interesante del disco, quizás por ser más fiel a sus trabajos anteriores. Discutamos.

Pero finalmente, el disco también incluye “The universal”, que alcanzó el quinto lugar en los charts ingleses, pero que con el tiempo ha ido adquiriendo cada vez más importancia, convirtiéndose en uno de los himnos –sino EL himno- de la banda y con la que seguramente estarán cerrando su presentación en tierra chilenas.