Varias pueden ser las causas del evidente fracaso que significa Donkey en la carrera de CSS. Probablemente se trate de un progresivo aburguesamiento, o quizás el cambio de productor no fue positivo; tal vez se deba a la presión discográfica o a la falta de tiempo para cocinar algo que realmente valga la pensar escuchar; o quizás es sólo la suma de estas variantes. El punto es que todo lo que en CSS (2006) era garra, desenfreno, provocación y onda pura, acá se vuelve opacidad, desgano y homogeneidad.

La pregunta correcta en este caso va por la posible continuidad entre un debut y un segundo álbum, pues ¿Es que puede mantenerse la extrema radicalidad durante una carrera? ¿Un grupo como CSS aguantaba una segunda entrega realmente? Me atrevería a decir que sí, que con talento se puede mantener la tensión a través de los años, la historia de la música tiene varios ejemplos concretos y de los más diversos, desde PJ Harvey hasta Bob Dylan, pasando por David Bowie o proyectos más heterogéneos como los de la misma Björk. De hecho, no es necesario quedarse reposando en un estilo concreto para mantener una línea, sólo se trata de mantener un nivel, una fuerza y una entrega que no decaiga disco tras disco. Total, a la larga los que se dan cuenta de estas malas jugadas son los mismos seguidores y son ellos quienes pasan la cuenta más adelante dejando de comprar la música y su merchandising. Para qué hablar de la crítica musical, un terreno difícil que prácticamente nunca ha mantenido fidelidad con nadie y que espera cualquier ocasión para descuartizar al rockstar. Entonces ¿Hay algún terreno en el cual Donkey pueda tener cabida, si ni siquiera es buen lubricante para la pista de baile?

“Left venid??? parece ser una de las mejores canciones del disco y junto a “Beatiful song??? tratan de sacar los cuarenta minutos del disco a flote. Sin embargo, canciones como “Let’s reggae all night??? llegan a dar un poco de pena, y es que los arreglos de guitarras ya no son tan intensos, ni las letras tan ácidas, ni los sintes ochenteros tan irónicos, ni los ritmos tan atractivos, ni las melodías tan pegajosas. Pareciera ser que Adriano Cintra intentó darle un vuelco más indierock a los temas, sobretodo en la utilización de las baterías y las guitarras, y lo que consiguió es que terminaran sonando como cualquier banda garage con ascendencia electro. Ni siquiera el glam de Lovefoxxx podrá sacar esto del fango. En “Move???, “you gotta keep on movin???, no dan ganas ni de levantarse. El inicio de “I fly??? tiene fuerza, pero podría ser de los últimos Strokes, o incluso un tema menor de My chemical Romance. Acá falta algo y definitivamente son ganas de romperla. ¿No se les habrá subido la fama a la cabeza?