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Es necesario hacer una aclaración antes de sumergirse en la sexta entrega –séptima, si contamos el cassette debut You can play these songs with chords (1998, Barsuk), reeditado en 2002– de estudio de los oriundos de Bellingham, Washington. De entrada hay que advertir a los más escépticos que no estamos ante el típico caso de banda-indie-firma-con-un-sello-grande-y-se-vende. Por ningún motivo. Porque la palabra “riesgo??? huele en casi la mayoría de los once tracks de este Narrow stairs, segundo LP editado por la multinacional Atlantic Records.

Para empezar, el hilo conductor es mucho más oscuro y menos optimista que el anterior Plans (2005, Atlantic). Aquí, Gibbard muestra letras igual de cuidadas, pero con otro enfoque. La facilidad con que arma y desarma personajes en sus canciones está más latente que nunca, pero esta vez la empatía se produce con un mayor esfuerzo por parte del que lo escucha. “I will possess your heart???, el primer single, habla sobre un psicópata que ruega a su amada por un minuto de su tiempo, con la seguridad de que en él encontrará el amor. “Grapevine fires??? demuestra una inquietud social siempre presente, al referirse a los incendios que arrasaron California el año pasado. “Cath…??? trata sobre las dificultades de la fama, encarnadas en una solitaria mujer (“And everybody will ask/ What became of you???, le pregunta sin esperanzas el narrador). Y el omnipresente amor mezclado con soledad de sus anteriores trabajos aparece en “Twin sized bed??? y la bella balada “The ice is getting thinner???, aunque tal vez éstas sean las metáforas más obvias usadas por Gibbard en el último tiempo.

En el ámbito sonoro es donde más aparece el riesgo que mencionamos. Desde el principio, con la épica “Bixby canyon bridge??? –influenciada, como gran parte del disco, por las novelas de culto de Jack Kerouac–, pasando por los inéditos ocho minutos y pico de “I will possess your heart???, con una introducción tan potente como repetitiva de casi cinco, llevada por el bajo y secundada por batería y un intermitente piano. La corta y melancólica “You can do better than me??? cuenta con arreglos a la Pet sounds, mientras que la excelente “Pity and fear??? presenta novedosos arreglos de percusión. Puntos altos también son “Cath…??? –con altas dosis de guitarra y un atinado acompañamiento de Jason McGerr en la batería– y “Grapevine fires???, con un teclado que ambienta a la perfección.

No queda otra cosa que sacarse el sombrero ante el guitarrista Chris Walla, por una excelente y meticulosa labor de producción. La sabia decisión de grabar todos juntos, con la prohibición de parar, trae una nueva dimensión al sonido del cuarteto. Ya nadie podrá hablar de ellos como una banda aburrida, hecha para tocar en lugares reducidos. Dejando un poco de lado la sobre producción de Plans, el énfasis en Narrow stairs estuvo en capturar el sonido en vivo, con el que estaban un poco al debe.

Riesgos como éstos son los que se extrañan en otras agrupaciones que dan el salto a las grandes ligas. Narrow stairs es una excelente guía sobre cómo aprovechar los abultados presupuestos y amplia difusión con la que cuentan los grandes sellos, sin perder el rumbo ni la esencia en el camino. Es, además, una precisa mezcla entre evolución y retorno a lo más simple y oscuro de los comienzos. Es, finalmente, un disco menos oreja que los anteriores; ahora serán los fanáticos quienes decidirán si, parafraseando a Gibbard, lo siguen hacia la oscuridad.