Deerhunter – Microcastle/Weird Era Cont. (Kranky, 2008)

Rodrigo Herbagemayo 25, 2018

El próximo 8 de noviembre debutan en Chile Mercury Rev y Deerhunter como show de anticipo del festival Fauna Primavera 2018. Y como este año se cumple una década del lanzamiento de Microcastle/Weird Era Cont. (Kranky, 2008) de Deerhunter, Rodrigo Herbage vuelve a revisar uno de los grandes de su tiempo.

La próxima entrega de Deerhunter, Double dream of spring (4AD, 2018), se trata de un cassette cuyas 300 copias se venderán en los shows en vivo de su actual gira. Tal cual lo escuchan, sin venta por internet ni edición digital, ¿acaso perdieron su sed de ambición? ¿por qué renegar del progreso de la era digital y limitar el acceso a su material?

Quizás la pista clave para entender los movimientos comerciales de los norteamericanos se encuentra hace 10 años atrás, desde el lanzamiento de Microcastle (Kranky, 2008), sucesor del aclamado Cryptograms (Kranky, 2007), que situaría a Deerhunter en el centro del indie rock de la década.

En ese entonces, Bradford Cox -guitarrista y vocalista de la banda- llevaba un blog en el cual dejaba registros del acontecer de la banda, crear listas de reproducción y de vez en cuando, colgar material no oficial de su proyecto solista Atlas Sound y demos de Deerhunter. Es en tal sitio, a meses del lanzamiento de Microcastle, donde Bradford por error deja su cuenta de mediafire expuesta y los seguidores toman lo que sería el nuevo álbum completo y lo comparten por las redes de la época.

Tras el impacto que dejó en sus integrantes, Weird era cont. es el modo en que la banda busca premiar a quienes esperaron al lanzamiento oficial (aunque para su pesar, también fue filtrado antes de la fecha), creando un álbum doble a la fuerza, ya que sus canciones y texturas pueden resultar bastante impares para el tiempo en que se hicieron.

Lo que suena en Microcastle se puede apreciar como la toma de posta dejada por los primeros discos de Brian Eno, o el Bowie de Berlín. A ratos más sumergida y difusa (“Little kids”, “Calvary scars”), y en otros más rítmicos de legado krautrock (como en la espectacular “Nothing ever happened”). El impacto ocurre al segundo de comenzar, con la apacible “Cover me (slowly)” que da pie a “Agoraphobia”, probablemente una de las canciones más celebradas del grupo, que inunda en paz a punta de guitarras envolventes, el mismo humor que posteriormente cierra el disco en “Twilight at Carbon Lake” y que lo dejará abierto para retomarlo años después en Halcyon digest (4AD, 2010), llevando su composición a enfocarse en canciones más accesibles que el rollo ruidista etéreo plasmado años atrás.

Es este mismo lado lo que se escucha en Weird era cont. Sonidos mucho más ligado a lo mostrado tanto en Cryptograms como en Fluorescent Grey EP, canciones difusas, con motivos repetitivos e hipnóticos, además de varias manipulaciones de cinta y feedback que culminan en temas como “Ghost outfit”, “Cicadas” o “Weird era” con motivos más incidentales y ambientales.

Destacan las distintas caras de la agrupación, por un lado “Vox celeste” pidiendo urgentemente colocar el equipo a todo volumen para disfrutar de las capas de guitarra y ruido, esa misma vitalidad que despide el disco en “Calvary scars II/Aux. out” en eternos loops de intensidad que podrían recordar a la veta más pegada de Stereolab. Mientras que “Vox humana” convoca a Phil Spector con el patrón percusivo que marcó los 50s, mientras Cox recita como Kim Gordon en sus pasajes más oníricos, un homenaje retro que también se hace presente en “Moon witch cartridge”. En síntesis, en Microcastle/Weird Era Cont. conviven piezas que desde aristas diferentes marcarán los años siguientes del indie rock, motivados por el revival del shoegaze.

A Deerhunter no le molesta ausentarse de lo trendy con tal de realizar las cosas bajo su control artístico y representa un imperdible dentro de los inumerables conciertos que tendrán lugar en Santiago durante el segundo semestre, para una generación que resiste desde las guitarras y el ruido en la época en que Atlanta es más conocido por su beatmaking.

Lee el comentario de Microcastle que hicimos en 2008, acá.