En poco menos de cinco años, los australianos Devastations han logrado hacerse de una pequeña e incipiente leyenda. Respetuosos de la tradición musical de su patria, Conrad Standish (voz, bajo) Tom Carlyon (guitarra, voz) y Hugo Cran (batería), comenzaron recogiendo el legado de los Birthday Party más sosegados y de todos sus vástagos -si, Nick Cave & The Bad Seeds, pero también de Rowland S. Howard (Crime & The City Solution, These Inmortal Souls), uno de los padrinos de estos jóvenes-. Junto con contar con el beneplácito de toda esa cofradía de música cangura tradicional, también han sido refrendados por gente como Alexander Hacke de Einstürzende Neubauten. Todo lo anterior a modo de introducción y pensando en sus dos primeros álbumes, el homónimo The Devastations (Munster Records, 2004) y el estupendo Coal (Brassland, 2006), este último con canciones donde también se podían percibir ciertos pasajes melódicos dignos de Tindersticks e, incluso si cortamos más fino (escudriñando algunos de sus coros perfectos) mirando hacia una esencia de pop dramático como los últimos Pulp.

Pero ahora llega este Yes U, como un punto de inflexión descolocante en la carrera de los de Melbourne, ya que los primeros sonidos de ‘Black ice’ vienen en forma de bofetada a quienes esperábamos más de lo mismo. Y es que en el fondo Devastations no han cambiado su tono melancólicamente sombrío, pero la forma de armar sus canciones ha virado hacia el uso de programaciones y secuencias, que no entorpecen las maniobras para la confección de una música seductora, pasional y clásica.

En este caso, cuando hablamos de clasicismo para este tercer álbum, ya no nos referimos al formato de rock de cámara. Devastations ha restado recursos orquestales para confeccionar un álbum más mínimo, pero más personal. Es así como en el tema anteriormente citado se adhieren al soul refinado e introspectivo, al igual que en ‘An avalanche of stars’, canciones dominadas por los bajos profundos, secuencias húmedas, melodías fantasmales y guitarras cinemáticas – en su web acusan influencias recientes de Grace Jones y Giorgio Moroder-.

Conrad Standish, ya no juega a ser Cave ni Staples –como ocurría en gemas pretéritas como ‘Sex & Mayhem’-; su voz suena a la de alguien que se ha encontrado a sí mismo, cosa que queda en especial manifiesto en canciones acústicas de ambientaciones embrujantes (‘The saddest sound’) o decididamente románticas (‘The face of love’), configurando los momentos más reflexivos del disco.

Pero Devastations siguen siendo un grupo de rock fascinante y catártico. Así es ‘Rosa’, donde se abandonan al exceso de las guitarras noise, haciendole una reverencia a la locura desatada en plan ¿por-qué-no-rockeamos-un-rato? de Grinderman. También hay saludos a los Suicide The Second Album (más que nada por el uso minimalista de la batería programada) en ‘The Pest’ y rock ralentizado y críptico en ‘Oh me, oh my’.

Pese a todas las influencias citadas, estamos frente a un disco que, en completitud, demuestra absoluta coherencia con la búsqueda de una identidad. Una identidad que convence por la vía de la amargura, la aridez y el romanticismo. Con Yes U, Devastations han logrado llegar a un punto especial; es imposible no creerles con un disco como este, pues han encontrado lo que la mayoría de los grupos pop buscan: la autenticidad. Maravillosos de verdad.