El uso de la nostalgia como recurso artístico ha sido, para bien o para mal, un hecho sintomático de la última década. Si se intenta justificar de alguna manera este constante y a veces abrumador revisionismo, siempre es posible blandir el argumento de que hay algo satisfactorio en el aferrarse a formas pasadas en tiempos tan duros e inestables como los actuales.

De ahí que en el último tiempo, numerosas bandas opten por re-explorar el imaginario sonoro que tiempo atrás, en una Inglaterra abatida por las políticas de la Dama de Hierro, invitaba a soñar despierto.

DIIV, la banda de Zachary Cole Smith (también guitarrista de Beach Fossils), pertenece a esta camada de grupos en donde las guitarras distorsionadas, los muros de sonido y las melodías etéreas, vuelven a ser los principales protagonistas.

Y aunque su disco debut Oshin (Captured Tracks, 2012) es un trabajo donde la melancolía juega un rol importante, Cole Smith y compañía no sólo se limitan a calcar las formas musicales del shoegaze, sino que incorporan diversos elementos melódicos y rítmicos en sus canciones, de tonos más oscuros, que poco tienen que ver con la candidez del dream-pop.

Es en estos temas más brumosos en donde paradójicamente emergen los momentos más brillantes de Oshin, equilibrando el componente de añoranza con un fuerte sentido de la experimentación. Claro, muchos de ellos se mantienen apegados a la visión más romántica del shoegaze (“How long have you known?”, “Human”), pero otros arriesgan cruces con el krautrock (“Air conditioning”o la espléndida “(Druun, PT. II)”) o los The Cure más lánguidos (“Oshin (Subsume)” parece un descarte del Desintegration).

Sin embargo, lejos de perder coherencia alguna con este cruce de referencias, DIIV logra dar sentido al relato del disco, unificando su propuesta tanto en este eclecticismo musical, como en unas letras que ahondan en lo volátil de la existencia humana, en donde términos como “dream” (soñar), “fading” (desvanecerse) o “far away” (lejos de aquí), se repiten constantemente.

Mientras varias bandas contemporáneas asumen el shoegaze y el dream pop desde su faceta más sosa y obvia (sin ir más lejos, basta revisar el resto del catálogo de Captured Tracks), DIIV crea puentes entre distintos géneros, recuperando la esencia de la música de principios de los ’90: pop experimental y ruidoso pero, al mismo tiempo, sumamente etéreo y emotivo.

Disponible en Tienda Sonar en formato CD a $12.900 y vinilo $16.900. Tienda Sonar está ubicada en Paseo Las Palmas, local 017, Providencia.