Escucho preocupado por casi 20 segundos. Un solo de flauta (¿o es una melódica?) es una manera peligrosa de empezar un álbum. Quizás el ultimo en salirse con la suya con una canción en la que había un solo de flauta fue Nick Drake (mis disculpas a los  fans de Ian Anderson). Afortunadamente, después de este inusual inicio tenemos a Dominique A haciendo lo suyo; su elegante voz acompaña cálidamente una  mezcla de pop y rock franchute. Nous commençons.

Ya han pasado tres años desde que La musique salió y seis desde L’Horizon. Recordemos que La musique pasó bastante desapercibido, quizás porque el petite affaire de el de Nantes con el synth-pop ochentero no fue del gusto de muchos, y que L’Horizon es, en mi opinión, el mejor disco de Dominique A desde el 2001. Considerando esto, es natural que la expectación entre muchos de sus fans estaba subiendo rápidamente. ¿Qué ofrecerá esta vez? J’ai besoin de A.

Si tuviera que predecir que será de este álbum, diría que no marcará un cambio de rumbo en la obra de Monsieur Ané. En su estado actual, la carrera de una de las caras principales de la Nouvelle Scène Française no muestra mucha variación en estilo desde Auguri (2001).

Ojo que esto no significa que este nuevo álbum es malo, sólo que se compara fácilmente con discos anteriores del francés, y un par de esos discos dejaron la vara muy alta. Personalmente yo esperaba una vuelta en U, hacia canciones más bien guitarreras. No recibí lo que esperaba, pero igual prefiero escuchar Vers les lueurs a muchos de los discos que han salido este año. Jolie.

El análisis de los trece temas en el álbum deja un catastro de ocho canciones relativamente lentas. Una colección de baladas que se basan casi exclusivamente en la voz de Ané, la mayoría con muy poco acompañamiento. Algunas veces algo de percusión, otras veces ni eso. Pas si nouvelle.

Hay un par de canciones que se quedan cortas. “Close best” y “Vers le blue” sufren de el mismo síndrome: un coro que promete pero hay mucho espacio vacío entremedio. Las canciones se sienten algo huecas, una larga espera por el coro. J’accuse.

El tema mas potente es “Rendez-nous la lumière”. Uno de los pocos en el disco en que Dominique A crea un ambiente mas o menos activo. Tiene muchos cambios de ritmo y quizás algo de post-rock. Otro tema que viene con algo de fuerza es “Parfois J’entends des cris”, tema que sorprenderá a algunos por lo poco lineal de su estructura.

Una canción que es muy buena pero, como diría mi abuela, le falta la chaucha para el peso es “La posesión; un gran tema pero que, en mi opinión, sufre por la selección de la flauta/melódica como instrumento de fondo. Otro de los puntos altos del disco se logra en “Le convoy”, en este tema Dominique A crea un crescendo que para y re-empieza en la marca de los siete minutos (sí, la canción dura más de nueve). Je l’aime.

En resumen, Vers les lueurs es un álbum que los fans de Dominique A disfrutaran. Me imagino que no será el primer disco a elegir cuando uno tenga un antojo de escuchar la música del francés, y lo más probable es que no sea el álbum que convierta a las masas a adorar su obra. A pesar de todos estos tibios comentarios, creo que este es un buen álbum, uno de esos que crecen con cada nueva escucha. Si tu disais.

Hace bien escuchar buena música nueva que tenga un estilo distinto de todo lo que es anglo o local. Allez!