Hace dos años, el dúo norteamericano Electric President planteó su segunda incursión discográfica, Sleep well (Morr Music), bajo una especie de encrucijada sonora que vagaba en un juego entre lo onírico y lo destructivo de una noche de insomnio, y que se iba expresando de manera creciente a medida que el disco avanzaba. El final, con su mayor logro, “When it’s black”, planteaba dudas sobre el sonido y el verdadero objetivo creativo de Ben Cooper y Alex Kane, ya que ésa canción era muy distinta del resto del álbum, dando a entender que la propuesta no estaba definida aún, pero que cualquiera fuese el estado que adoptase en el futuro, estaría esbozada y sería dominada de la manera en que tan certeramente hicieran en dicho tema. En ese sentido, The violent blue robustece el aparato emocional, profundiza sentimientos y elimina todo rastro de desafiantes cambios que entorpezcan la comprensión del sonido oscuro y vasto que genera cada tema del disco, limitando, a primera vista, las libertades que se permitieron en su anterior trabajo, pero, en realidad, sumando más elementos.

The violent blue es una ópera metafórica creada por Cooper, utilizada desde su infancia para definir el sentimiento profundo que el océano producía en él. Recogimiento que queda inmediatamente demostrado en el tema que da inicio al disco, “The ocean floor”, un letargo de justa duración que se transforma en el reflejo de emocionalidad que se prolonga a creaciones posteriores, como “Mr. Gone”, que lentamente se convierte en un coro celestial y oscuro sobre ideas de la vida, y que deja en evidencia la fuerte dualidad de Electric President.

Ese inicio muta a la esperanza y festividad de “Safe and sound” y “Nightmare no 5 or 6”, composiciones de aparente estructura simple que van recibiendo los condimentos instrumentales justos y necesarios. De ahí en adelante el sonido tiende a jugar bajo los mismos parámetros, destacando temas como “Circles” y “Elegant disasters”, pero con el final de “All the distant ships” es posible apreciar una singularidad importante que tiende hacia el rock progresivo en ciertos pasajes, muy al estilo de bandas como God is an Astronaut, lo que le entrega una distinción única a un disco lleno de condimentos interesantes.

Electric President invita a sus seguidores a explorar los mismos conceptos de sus anteriores trabajos, enfocados en la profundidad emocional que los caracteriza, pero las limitaciones que a primera vista dan a entender se transforman en conceptos que se yuxtaponen inteligentemente y que generan una sensación de unidad que hacen de este disco una obra que debería disfrutarse con mucha atención.