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El Monte Análogo es un podcast argentino de lecturas e improvisación realizadas con una base musical ejecutada en vivo, en lo que podría catalogarse un spoken word-cast. Nicolás Bedini –poeta y voz de este podcast– decidió compilar sus poemas y publicarlos en un libro. En paralelo, Emiliano Martínez –músico invitado constantemente al programa– componía canciones que eran celebradas entre sus amigos pero que no salían de ese círculo. Un libro y un conjunto de canciones fueron el pretexto necesario para que naciera El Monte Análogo Ediciones “un desprendimiento del proyecto radial para la creación, producción y difusión de libros, discos y presentaciones??? dicen sus creadores. El libro de poemas fue publicado con el nombre de Decirte al Oído, en tanto que el conjunto de canciones -que es lo que nos concierne a nosotros- tomó formato de disco y así nació Mi tumba en la Luna (El Monte Análogo Ediciones, 2007), un trabajo que bajo la apariencia simple y frágil de su booklet –un cuento aparte y que se recomienda revisar con calma– esconde dosis de emoción y fragmentos musicales que beben de las más variadas influencias.

Es que Mi Tumba en la Luna es un mapa sonoro de rock y folk en el que podemos encontrar rastros del Loaded de The Velvet Underground, distorsiones que podrían caber dentro del shoegazing e incluso melodías que recuerdan, extrañamente, al cantautor brasileño Chico Buarque. Toda una hazaña si pensamos que es un disco que se sustenta de manera exclusiva en la guitarra y voz de Emiliano Martínez. Voz que, por lo demás, dice mucho, tanto como las mismas influencias.

Emiliano Martínez se expresa desde un lugar distante, buscando en memorias colectivas la materia prima para sus canciones, recurriendo a tiempos pasados donde las cosas eran más simples y la vida era mejor. Cuando en “Máscaras???, uno de los temas más conmovedores del disco, Martínez canta “toda mi vida es el ayer / que me detiene en el pasado???, no podemos evitar sentirnos cómplices de su resignación y amigos de su nostalgia. Esa misma sensación se imprime en temas como aquel que abre el disco, “Detenida espera???, o “Mi paso???, donde la figura del mar, una constante durante todo el álbum, se hace presente por primera vez.

Es justamente esa figura, la del mar con su ir y venir cíclico e hipnotizador, la que le permite a Emiliano situarse en un espacio atemporal y hacer de muchas de sus canciones himnos a favor de la contemplación y del ocio. En “Ocuparé???, Martínez sugiere -al igual que Guy Debord en su Teoría de la Deriva– dejar a un lado el “ acumular / apresurase / asegurar??? para salir a la calle sin prisa ni rumbo fijo, comportándose como un nómada en un espacio sedentario, apreciando y descubriendo el universo a nuestro alrededor. En “Primera imagen???, “Solo en el parque??? o “El río y las costas??? esta invitación se hace aún más clara, especialmente en esta última donde el argentino clama ser “sólo dueño de mis horas vagas / son las horas que más demandan / son las horas que más demandan / son el río y las costas???. Gracias a temas como estos, el disco logra sacarnos a flote de la tristeza que nos deja el pasado y posiblemente sea esta su principal virtud (y moraleja): más que ahogarnos en un mar de memorias sombrías –y como dice en “Bálsamos???, otro gran tema- debemos dejarnos llevar por él “en mareos, en influjos, en barquitos???.

Mi tumba en la luna se puede descargar desde este link