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Quizás el nombre de Ernesto Ferreyra no les parezca demasiado familiar, pero si lo es. Ernesto ya ha visitado nuestro país en compañía de Guillaume Coutu Dumont, con quien forma el dúo Chic Miniature. Se presentó en una de las mas exitosas Dance To The Underground, en Santiago, y en el muelle Barón de Valparaíso. Además es parte del staff de la mayoría de los Festivales Mutek. De hecho, se encuentra pronto a actuar en la versión de Mutek México, a realizarse el 17 de octubre del presente año. Y es así como el mismo Sello Mutek decidió publicar el primer disco solista de este artista cordobés.

En filosofía, el concepto de memoria colectiva, parece nacer del francés Maurice Halbwachs. Según él, la memoria colectiva es el proceso social de reconstrucción del pasado vivido y experimentado por un cierto grupo, comunidad o sociedad. Y el argentino Ernesto logra, con su música, evocar exactamente lo que el francés define.

En palabras del propio Ferreyra, que amablemente respondió los mails de quien escribe, este disco “que fue el primero, tiene un significado súper importante, ya que fue mi manera de agradecer a mi papá y al resto de los desaparecidos políticos de todas las dictaduras del sur por habernos dejado las herramientas para ser libres y seguir nuestros sueños…. sus vidas no se fueron en vano. Ese es el principal sentimiento que lleva este disco. El arte de la tapa por otro lado es una foto de mi mamá y mi papá el día en que se casaron, y los pedazos que faltan representan las piezas que faltaron en mi vida a causa de su desaparición. La contratapa es mi mano justamente con su cara???.

Es así como el nombre del disco parece ser exacto; representa lo que Ernesto busca como evocación musical. En este Ep conformado por tres maravillosos tracks, logra alejarse -como lo señala la página boomkat del “ciclky minimal???-, buscando llegar mas allá, innovando, no quedándose con esos sonidos planos y monótonos en que cae recurrentemente un estilo como el minimal, transformando los sonidos en sentimientos.

‘Border light’, un tema muy alegre y perfecto para hacer bailar a toda la multitud. Luego nos encontramos con ‘Cloody’, composición novedosa por su peculiar manejo rítmico, musicalidad matizada y bellas voces en distorsión. El ultimo track es mi favorito y aquel que mas evoca este concepto de memoria colectiva. Primero que todo por su nombre: ‘El cuento del tío’. Luego por sus sonidos rústicos que no rayan en un exceso folclórico. Tiene una estructura de beats muy inusual que recurre a la utilización de bajos, cuestión muy característica del clan canadiense.

La influencia latina es evidente en este álbum. Los sonidos de guitarras y voces en español, nos compenetran con esta memoria colectiva; son sonidos que parecen cercanos y familiares. Están mezclados con ritmos bailables y modernos, conformando una mixtura original y muy especial. Un trabajo que representa ciertamente una parte de la vida de Ferreyra, un trasandino que se ha asentado en la capital de la música electrónica canadiense (Montreal) para impregnarse del universo Mutek. Lo que resulta: un disco espectacular.