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Parece que el hecho de nombrar Brilliant Carreer (2001) a su álbum debut, fue un presagio que se quedó más en las ganas que en los efectos verdaderos. Sin mayor relevancia, hubo de pasar bastante tiempo para atreverse con el segundo disco -para no estropearlo todo esta vez, lo hicieron homónimo- este año y, lo cierto, es que presentan una buena carta que apunta al reconocimiento. La banda proviene de San Francisco y cuenta con cinco integrantes. Desde que se formaron, a mediados de los ’90, vienen trabajando la estética post-punk tan en boga actualmente, por tanto sus influencias son imaginables: Joy Division, Echo and the Bunnymen, The Cure, además de dar cuenta de apuntes tomados de otras corrientes relevantes como el shoegazing, con My Bloody Valentine, Chapterhouse, Ride, Pale Saints, Slowdive, como principales referencias. Dicho esto, el resultado pinta para bueno y ciertamente lo es. Cuento aparte es la trascendencia que hayan tenido hasta ahora, ya que la competencia está durísima en estas lides, pero la banda cuenta con los elementos necesarios para tener un buen despegue. En este disco, apuestan todo, ya que comienzan con el single ‘On & on’ golpeando de entrada, con guitarras de la mejor tradición de los géneros antes mencionados y un vocalista muy a lo Robert Smith, con un toque lánguido y ensimismado. La seguidilla de temas que componen el disco se van sucediendo acertadamente, mostrando los elementos de estos estilos musicales de forma cohesionada y bien producida.

Aparte mostrar temas poderosos en su primera parte, hablando desde un prisma rockero, en este disco Film School se permiten algunos pasajes de psicodelia, como en la pieza ‘Garrison’, que sirve de puente para entrar en el segundo segmento del disco, de tintes más nostálgicos e introspectivos. Ojo, que hay piezas notables y el uso de las guitarras, por momentos, es impecable e implacable. Acá hay potencia y un “Don Disco???. La gracia que ha tenido Film School es saber mezclar bien los ingredientes que tantos otros usan, pero en el grado necesario para que la receta genere un banquete sónico. Grupos como Editors, Interpol, Radio Dept tienen acá una buena competencia que les sale al camino y que, para el beneficio de nuestros oídos, es de esperar que den una buena lucha.