Joe Jackson – Look sharp! (A&M Records) Carmen Duarteseptiembre 3, 2008Discos4 comentarios Editado en 1979 Fines de los ‘70 en Inglaterra y un hervidero punk y new wave marca unos de los períodos más prolíficos de generación de bandas y solistas. Pero si el género punk es más fácil de identificar, la new wave englobó todo un movimiento artístico que se nutrió del punk y amplió sus alcances con la influencia del ska, reggae y techno, lo que lo transformó en un movimiento amorfo (New Order y The Police conviven en el mismo saco). En sus comienzos, sus próceres aparecieron como solistas rabiosos que mezclaron un acercamiento más melódico a sus riffs, absorbiendo en sus canciones de cuatro minutos esas influencias que era tan fácil encontra en la multicultural Inglaterra de la época. Así surgieron Elvis Costello, Graham Parker, el muy punk Nick Lowe y el ahora inclasificable Joe Jackson. Jackson (1954), oriundo del puerto de Portsmouth, era un tipo raro: flacucho, asmático, malo para la pelota y desde muy chico entrenado como músico. Formado en la Royal Academy of Music de Londres, entre otras cosas como percusionista, partió su carrera como músico de jazz hasta que la hecatombe del punk lo llevó a formar su propia banda, Arms and Legs, con la que no pasó mucho y que se disolvió en 1976. En ese lapso se fue a trabajar como pianista a un club Playboy de Portsmouth y empezó a ahorrar para grabar su álbum debut, Look sharp!, que aparecería finalmente en 1979, bajo A&M Records. Look sharp! es un tremendo disco debut. Limpio, directo y adrenalínico, contiene un paseo por las influencias que estaban en el aire: riffs punk con cadencia reggae, enmarcados dentro de canciones que funcionan como perfectos singles radiales. Nada complicado, Jackson no busca jamás la confusión o el golpe de efecto, sino que simplemente armar buenas canciones. Porque como todo buen compositor pop, el trabajo duro no se nota: las canciones no tienen segundos de más, los arreglos aplican sin ser artificiosos y la percusión juega en un elegante segundo plano. Y esa soltura calza con el tono del disco. En la canción que abre el álbum, en una suerte de ska downtempo, Jackson despotrica contra los tabloides y la idiotez que sume a sus lectores sin perder nunca ese ritmo de fiesta marihuanera. Eso da paso al gran hit de Look sharp! de la época, “Is she really going out with him????, donde Jackson -en una actitud que Jarvis Cocker parece retomar y perfeccionar veinte años después- se pregunta angustiado si su ex realmente se va ir con ese tipo que parece un gorila y si de verdad se lo va llevar a pasar la noche. Porque Jackson es un tipo que si bien parece rudo (“Throw it away???), en este período estaba profundamente desencantado de las relaciones. En “Fools in love??? canta “tontos enamorados / suavemente tomándose de las manos / tontos enamorados / suavemente destrozándose miembro a miembro???. Y en la livianita “Pretty girls??? -con coro de “doo whop??? incluído- canta sobre todas las chicas lindas que caminan en la calle: más que leerse como un arranque sexista y tontorrón, deja en evidencia las crudas ganas de Jackson de tener algo que parece que en la época no le estaba resultado. En la aparente liviandad, Jackson surge como un tipo complejo. “Look sharp???, la canción que le da el tono al disco, es punk filudo y bailable (o sea, dance punk antes que existiera); es la respuesta pasivo-agresivo a un matón, como si Jackson estuviera defendiéndose de quienes lo agarraron a patadas u hostilizaron en su momento, especialmente si se considera su condición de “raro??? de chico. Y eso lo hace alguien rabioso y resentido, pero en vez de transformarlo en una explosión de guitarras en acople o lamentos llorones, lo deja ir entre melodiosos acordes funky. Notable. Look sharp! puso a Jackson el radar de británico furioso, figura de la profitaron ingleses y norteamericanos por igual. Le siguió al año siguiente I’m the man (A&M, 1980), la continuación natural de Look sharp!, y de ahí Jackson inició una atípica carrera vigente hasta hoy, que lo llevaría por el reggae, la salsa, el jazz y la música clásica, y que lo alejó irremediablemente de sus comienzos de traje ajustado, corbata delgada y guitarras rápidas. Una lástima.