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Kinski se mueve entre la evolución y el riesgo. Este cuarteto de Seattle a sabido combinar las piezas precisas para que cada nuevo trabajo (cinco discos, unos cuantos ep’s y una larga lista de apariciones en distintos compilados hasta la fecha) despierte de por si el interés de la escucha. Lo que al principio los pudo situar en la comodidad del post rock mñas standar prontamente los hizo auto-intervenirse e ir más allá en su sonido. Si en el 2003 facturaban Airs Above Your Station, un disco que encantó por llevar el post rock al limite más oscuro y dejar flotando sus sonidos en marañas space, con su posterior trabajo Alpine Static (Sub Pop, 2005), transitaron por coordenadas del krautrock de los 70s y, si bien daban correctos el paso del riesgo, quedaron algo en deuda con la evolución. Ahora, este Down Below It’s Chaos viene a pagar dicha deuda, dejando el krautrock y la psicodelia como vértebra, arriesgando y adentrándose en áridas tierras stoner.

En nueve canciones pasan de arañazos a Black Sabbath (‘Crybaby blowout’) a “stonerizar??? el legado de Sonic Youth (‘Passwords & alcohol’) donde incluyen por primera vez voz en un tema, formula que repiten en ‘Dayroom at narita int’l’, rock and roll de alta densidad, lo que repiten en ‘Boy, was I mad!’, ‘Punching goodbye out front’ y en el setentero instrumental ‘Child had to match a train’. ‘Plan, steal, drive’ resulta tan evolutiva como toda la inventiva de Kinski, de lo atmosférico a lo crudo. Y el final, con ‘Silent bike type’, solo viene a dejar en claro la capacidad crossover de Kinski a la hora de componer y la virtud de entregar tamaño discaso de rock.