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El escocés Malcolm Middleton, la mitad de Arab Strap, ofrece un disco brillante desde varios puntos de vista. Su lírica cotidiana habla de muerte, pero más bien se trata de irónicas canciones fecundadas en la desilusión, que se mueven en aguas aun más íntimas que en el previo Into The Woods (Chemikal Underground, 2005).

El asunto parte con sarcástica y directa ‘We’re all going to die’, que como en el resto del disco es apoyada por los coros de Jenny Reeve (The Reindeer Section), los que se hacen más imprescindibles en los siguientes tracks. Una de las mejores canciones es la que le da nombre al disco, comienza con la potencia de un arreglo de guitarras pegador y luego aparece la voz desgarbada de este songwriter hablando de que somos un ejército estancado en una pieza y sus deseos de encontrar ese sonido brillante. Cada canción lleva a la otra, como si fuera una sola historia. Así aparece ‘Death love Depression love Death’, apurando el ritmo, pero siempre con ese aporreo de batería que guía la primera parte de la placa.

Esa intensidad baja en ‘Stay close sit tigh’. Luego canta al oído junto junto a un piano en ‘four cigarettes’, una hermosa canción que le da la mano a otro acierto: ‘Somebody loves you’, antes de embarcarse en su homenaje a los crooner de todos los tiempos en ‘Superhéroes songwriters’. El disco parece estar dividido en dos partes, pero realmente son las dos caras de una moneda, una fotografía muy personal y única.