Los viernes revisamos discos de libre descarga

En el perfil de Matías Cena –disponible en Last.fm– se lee lo siguiente: “cantautor chileno que sin pelos en la lengua está dispuesto a robar de los artistas que ha escuchado durante toda su vida, sus formas de tocar, cantar y hacer música???. No hay que darle muchas vueltas a tal manifiesto porque, entre otras cosas, lo escribió él. Con 21 años, Matías Cena tiene claro que suena como Bob Dylan, que sus letras tienen ese desaliento postadolescente de Elliott Smith y que entona con el desgano de Nick Drake. Pero, dejando las comparaciones a un lado, más difícil que copiar, es copiar bien, reinventar un discurso (o un sonido) y adaptarlo a la realidad personal de cada uno.

A todos nos mintieron – Spies vol. 1 es el nombre del segundo EP liberado este año por Matías Cena. En el anterior –No es la sal (Autoedición)– ya dejaba en claro que su propuesta tenía un lado político (en forma de canción protesta) y otro más emocional (en suaves melodías de folk-pop). Y por mucho que eso se lea demasiado calcado a lo que Bob Dylan ha hecho a lo largo de su carrera, el transportar ese contexto melódico/creativo a las vivencias de un joven de clase media del siglo XXI y, para colmo, chileno, tiene su cierta gracia. Sobre todo cuando Cena logra convertirse en portador de deseos, frustraciones, derrotas e incertidumbres compartidas con una generación… hija de la tan manoseada transición. Si en su anterior trabajo le cantaba a una chica cuya “educación escolar es de mala calidad y no le dejó entrar a una tradicional??? (“Reclamos del consumidor???), hoy vuelve a hacer eco de dicha educación –armónica y guitarra mediante- en “No todos queremos mediador???, agradeciendo a Judas “por ser nuestro salvador y liberar a las ovejas del rebaño???.

Pero ahí donde el discurso de protesta puede sonar casi angustiante, más lo son las que tienen el amor como eje central. Y ahí, Cena sabe. Sabe de esa soledad que sólo es acompañada por innumerables cigarros que nos permiten “morir ahogados en su humo??? (“El incendio casi se lo lleva todo???). Sabe de esos momentos de arrepentimiento, de amantes cansados de todo, que terminan en túneles oscuros sin salida que “matan el alma y la envenan / como el peor licor vencido??? (“Por la delicada ruta???). Sabe y enseña también. Como en “Cuánta lluvia ha caído hoy???, donde abandona la guitarra acústica y realiza juegos de voces misteriosos, oscuros: nos enseña su mejor lado. Desde esa oscuridad, crea un tema potente, que cala en lo más profundo. Y ya no suena tanto como Dylan, como Smith o como Drake. Al contrario: en esa oscuridad es más sincero, más honesto y más propio.

Hace un par de años se hablaba de una banda que “con aciertos y confusiones, preguntas y respuestas; en una permanente lucha entre la afirmación vital y la depresión endógena??? aspiraba a convertirse en la voz de una generación. Hoy podría decirse lo mismo de Matías Cena y no se estaría exagerando: él también es, a su modo y con sus maneras musicales, un ser etéreo.

El disco se puede descargar en el blog de Matías Cena