fox_confessor_brings_the_flood.jpg

El problema con Neko Case es que hace pensar que todo es endiabladamente fácil. Que no cuesta nada llegar a unas notas titánicas y cantar como una virginiana de bares mientras una prepara el almuerzo. Mentira. Nadie puede cantar en estos días como Neko Case. Y quien sea que lo intente en su casa se verá expuesto a una humillación de proporciones: acompañar con voz de tarro una presencia espeluznante que parece una expresión arqueológica de música sureña.

Recogiendo una tradición country de arreglos intrincados que en apariencia se escuchan lineales, y ocupando la voz como instrumento omnipresente, el cuarto disco de estudio de la cara bonita de The New Pornographers es lo bastante bajo perfil como para dejarlo pasar a la primera. Ocupando todo el espacio con su voz y con canciones que no suenan ni demasiado experimentales ni demasiado oreja, Fox confessor brings the flood parece quedar en el limbo de esos discos de singer-songwriters treintones que perdieron la onda y que empiezan a componer como académicos. Pero lo que salva a Neko de un disco aburrido es que ella conmueve hasta la incomodidad. Misterioso, en Fox confessor… hay fragmentos de historias que nunca hablan de algo demasiado bueno: añoranzas, accidentes y belleza perdida. Generando un ambiente intrincado, Neko pone toda la fuerza en canciones correctas que suenan perturbadoras. Así abre ‘Hold on, hold on’, diciendo: “The most tender place in my heart is for strangers/ I know it’s unkind but my own blood is much too dangerous??? , y en ‘That teenage feeling’ clama por la necesidad –después de haber pasado por tantos secretos y cumpleaños– de seguir buscando ese sentimiento adolescente. Intimista, en lo de Neko Case no hay una búsqueda experimental. Lo de ella va por hacer un pop correcto, que recoge tradiciones para validarse y tornarse novedoso por descarte. Pero eso no lo hace memorable, y por eso el gran valor de Case es ocupar su voz como una herramienta narrativa de sorpresa y recogimiento. De manera que al tenerla en los audífonos, no quede más que admitir que esta mujer es capaz de ponerle vida a un álbum que de seguro sería un somnífero con la voz de alguien como Keren Ann. Para darle muchas vueltas hasta sentir el escalofrío.