Nick Drake – Family Tree (Island/ Tsunami) Rodrigo Salinasnoviembre 2, 2007Discos9 comentarios Ameritaría hacer un artículo completo para hablar sobre este nuevo compilatorio. Y es que Nick Drake da para mucho. Una figura póstuma que ha influenciado a tantos compositores y bandas, requeriría una extensa revisión. La obra de un romántico (en el sentido más estricto del término) que se diluyó en vida pero que creció a futuro impensadamente, constituyéndose en punto de referencia obligada para muchos. Pero bueno, esto se trata de comentar discos, así que para allá vamos. Esta es una colección de 28 canciones que comprenden varias cosas. De partida, hay que mencionar que fueron grabadas antes de la edición del primer álbum Fives Leaves Left (1969), la mayoría en cintas en forma casera: veinte en la propia casa de Drake y ocho en la ciudad francesa Aix, en Provence. Improvisaciones, covers y demos dan el grueso a este trabajo, la mayoría ya había circulado anteriormente en bootlegs sin una edición de sonido adecuada. Segundo, casi la mitad del disco está compuesto por material inédito que gracias a la iniciativa de los padres de Nick y a la producción de su antiguo manager Cally Callomon, ha visto la luz después que fans acudían a su propia casa para acercarse a su legado. Tercero, por tratarse de grabaciones tan íntimas, se permiten incluir un par de piezas con la participación de la madre, Molly Drake, cantando y un dueto de Nick con su hermana, Gabrielle. Hasta una interpretación de una composición de Mozart se incluye, dando cuenta del espíritu artístico que había en torno a ellos. Cuarto, las versiones que figuran corresponden a temas de Bob Dylan (‘Tomorrow is a long time’), Dave Van Ronk (‘If you leave me’), Bert Jansch (‘Strolling down the highway’), Robin Frederick (‘Been smokin’ too long’) y tres de Jackson C. Frank (‘Here comes the blues’, ‘Blues run the game’, ‘Milk and honey’), lo que en algo da cuenta de las preferencias musicales de Drake. Quinto, la edición comprende además del disco en sobre de cartón, un librillo que incluye notas interiores de su hermana y también de Robin Frederick, además de una breve muestra de fotos familiares (navidad incluida), lo que otorga un tono cálido y nostálgico. Una intromisión voluntaria a su vida íntima. Obviamente, aunque mejorados, algunos temas suenan con baja fidelidad debido al tipo de grabaciones aquí concentradas, cosa que no importa; le agrega esa cualidad tan particular, como oír un disco de vinilo con esa suciedad característica imperfectamente cercana. Desde la apertura, la fragilidad y conmoción se deslizan en las notas. ‘Poor Mum’, el tema compuesto y cantado por su madre, da cuenta de dónde viene el estilo de Nick. Después de la muestra más familiar, surgen los temas blueseros de los que bebió para acercarse a musicalizar el lamento a pura guitarra y voz. Eran también las bases de muchos grupos y cantantes de la época que intentaban acercarse al sonido negro de Mississippi. Buena parte del disco comprende esta parte, ya que cerca de nueve temas son bluses, la mayoría de autoría ajena. A partir de ‘Milk and honey’ (tema 20) se comienza a mostrar el Drake tal como lo conocemos tradicionalmente; temas suaves con bastantes punteos de guitarra y entonación lacónica. Composiciones propias del disco debut (‘Day is done’ o ‘Way to blue’) o de compilatorios póstumos (‘Strange meeting II’, incluída en Times Of No Reply, de 1986). Cierra, como tema de película antigua hollywoodense, ‘Do you ever remember’ compuesta y cantada por la madre, en un emotivo gesto de cariño y recuerdo hacia su hijo. Para seguidores, un documento rico y necesario que viene a oficializar otrora material pirata disperso. Para iniciados no resulta lo más indicado, porque no se trata de un compilatorio de sus mejores temas. Para eso existen Way To Blue : An Introduction To Nick Drake (1994) y Made To Love Magic (2004) por mencionar algunos de los más conocidos. Dado el ambiente de unión y acogimiento familiar que se desprende al revisar este álbum, surgen interrogantes respecto a cuáles fueron los detonantes para que Drake cayese en los cuadros depresivos que lo llevaron a la muerte. Lo más inmediato es pensar que se trata de factores congénitos. No se podría mencionar la desolación o el abandono como causas del efecto en su creación musical. Lo suyo pareció ser siempre la profunda tristeza del espíritu, el desánimo (como ausencia del soplo vital). Nunca he oído una voz que me apenara tanto y fuese tan afín a aquellos estados de melancolía en que a veces se puede caer. Y es que da la sensación que un alma tan bella como la de él, se marchitase en vida -pero no en obra- a causa del dolor. Restaría hablar muchas cosas más, pero esto sólo es el comentario más de un disco.