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Comentando desde la generalidad, la música hecha por ordenador corre varios riesgos y el pop sintético aún más porque pareciera ser que muchos de los sonidos y los ritmos que se suelen utilizar ya los hemos escuchado antes en alguna parte (en alguna que otra banda española o latinoamericana por allá a fines de los noventa). Partiendo de esta base, Ondo, alter ego en solitario del integrante de Entre Ríos, Sebastán Carreras, nos deja claro dos cosas: primero que efectivamente esas sintetizaciones sí las hemos oído antes (y muchas veces), pero también que con esos elementos todavía se pueden componer canciones notablemente bellas; en Uno, primer disco de este proyecto, hay un puñado de ellas.

Uno fue compuesto, grabado y producido por Carreras; es poco pretencioso musicalmente y con esa humildad por delante logra crear momentos mágicos y memorables. Un sonido naïve envuelve de principio a fin; un suave recorrido en el cual se pregunta sobre el bien y el mal con una poética ingenua y adolescente, que será la línea temática que domina este álbum. Cuestionándose por el amor, la tristeza, el camino correcto, la maldad del mundo, la luz, el final y varios tópicos por el estilo, uno se pregunta qué tan en serio debe tomarse estas letras. Sin embargo, sólo en el contexto que genera esta música (un mundo pueril y rítmico), esas líricas pueden tener cabida y de hecho esa poesía sencilla y mínima (pero también pastiche) ha sido elemento recurrente de las bandas loly-pop. Un imaginario que complementa perfecto con aquellos organillos y sonidos dulzones.

La voz de Carreras es suave y opaca, con pocos matices e intencionadamente despistada (también se ha dicho lo mismo de Javiera Mena), lo que concuerda muy bien con la interpretación ingenua que quiere proyectar en el disco, y funciona en un par de coros que quedan en la memoria, que dan ganas de repetir una y otra vez. El ritmo de ‘Mírame’ cala hondo cuando Sebastián entona “¿de dónde vienen esos ojos? Claro. Allá está visto que no hay nada, malo???.

Pero el canto no es el protagonista en Uno, porque cuando está ausente también logra levantar melodías bellísimas, como en ‘Miraba’, donde le cede espacio a una atmósfera de sonidos agudos que saltan sobre una base grave y enrarecida, para luego dar paso a un ritmo envolvente y profundamente pop. Es una lástima que sólo parezca un intro para ‘NSQ’, otro tema que destaca dentro del álbum. ‘Noche’ es la canción más densa; con sencillez y un alto grado de belleza Carreras canta “no estabas, no estás, ni tampoco estarás, para hacerme cambiar???, confirmando que una buena canción no necesita de una gran producción. Con Ondo se lleva al hecho la premisa menos es más, incluso pierde mucha de su gracia cuando ingresa en terrenos más onderos jugando con demasiados elementos a la vez.

Con todos sus aciertos, Uno, en conjunto, no logra evitar que se echen de menos un par de cuerdas, ya sea de una guitarra, un violín o un piano, porque en el álbum faltan ingredientes que le hagan tomar cuerpo y que hagan brillar esos coros potentes que Carreras sabe componer tan bien. Pareciera que este primer intento es sólo una muestra de los primeros pasos en solitario de un músico que, a inicios de este siglo, nos ha regalado un gran cancionero junto a Entre Ríos. Sólo nos queda esperar.

Personal
Personal Remix
Marea Remix

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