El verano boreal aseguró de manos de la banda de Michael Angelakos un entretenido y bailable pasar. Como si todo hubiera estado calculado –lo más posible es que así sea- a finales de primavera Passion Pit editó uno de los discos más esperados por los seguidores del indie electrónico y dance.

Tras el éxito de su EP Chunk of Change y prácticamente sin repetir ninguno de sus tracks, el quinteto de Cambridge transformó un experimento musical meloso en un disco redondo, lleno de temas bailables y seudo baladas románticas que no por eso dejan de tener ritmo.

La historia es simple. Angelakos, tras olvidar el día de San Valentín, decidió darle forma a un compilado de canciones de su autoría para su novia. El resultado superó todas las expectativas y tienen posicionado a Passion Pit como la banda del verano en el hemisferio norte. Manners ha cosechado sólo buenas críticas alrededor del mundo, con canciones de letras obvias y arreglos magistrales que difícilmente dejan que alguien se quede quieto tras escucharlos.

Desde un comienzo, el disco viene cargado de una euforia y sicodelia, muy al estilo de lo que hizo MGMT el verano pasado. “Make a Light” da paso a los acordes erráticos de un teclado hiperkinético en “Little Dreams”, en la que destaca un especie de falsete de Angelakos junto a los coros de niños, fórmula que se repite en quizás en track mejor logrado del disco: “The Reeling”. Quizás una de las canciones del 2009.

Luego, Manners cae en ritmos más pausados con “To Kingdom Come”, “Swimming in the Flood” o “Eyes as Candles”, donde se concentra quizás el interés del grupo por no olvidar la raíz de lo que los transformó en banda. Pero no por eso el disco cae en intensidad. Lo de Passion Pit está perfectamente calculado y lo saben, porque cuando crees que es hora de ir a hacer otra cosa escuchándolos de fondo, ellos te lanzan arteramente si más exitoso hit y el único que los viene acompañando desde sus inicios: “Sleepyhead”, sobre el que ya se ha escrito bastante.

Como en todo buen intento musical, los referentes saltan a la vista. Mal que mal, alguien dijo que no queda nada por inventar, sólo nos queda descubrir. Imposible no pensar en los Beach Boys, The Polyphonic Spree y a ratos pareciera que escuchas un disco de auto ayuda musical que no hará más que subirte el ánimo, pero lo de Manners no se queda en eso. Se trata de un disco craneado, fruto de la clave de Angelakos que no deja nada al azar a través de sus intrincados arreglos y experimentos sonoros, que finalmente se traducen en una dosis de optimismo musical con el que pocas veces uno se topa.

MP3: Passion Pit – “The Reeling”

VIDEO: Passion Pit – “Sleepyhead”
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