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People Press Play y su homónimo álbum debut podría definirse de alguna manera como una convergencia: cada uno de sus cuatro integrantes tiene un proyecto solista anterior, donde la electrónica es el elemento en común. Por otra parte y como antecedente de un trabajo en conjunto, está Future 3, en el cual Anders Remmer, Jesper Skaaning y Thomas Knak ya llevan más de 10 años tocando juntos. Lo que faltaba para darle vida a un nuevo proyecto, era la inclusión de una voz que complementase los beats: es Sara Savery quien asume ese rol.

Poseedora de un suave registro, Savery aporta con una calidez acogedora a la tradición electrónica del resto de la banda, haciendo una mezcla entre lo frío, estructurado y ordenado de los beats con lo cálido, ondulante e intimista. El disco es de tan correcta factura y precisión como su estructurada carátula, pero lo que ofrece este cuarteto es mucho más que perfección formal.

Con una cuidada y meticulosa elección de texturas y elementos sonoros, la banda danesa invita a adentrarse en un universo colorido y ameno, de fácil audición y entrampamiento. People Press Play es de alguna manera una adecuación perfecta entre voz y estructura; un contraste de opuestos, rigidez y ondulación, mezcla acertada que da como resultado un disco atrayente de elegante pop electrónico.

‘Hanging on’ y ‘These days’ son algunos de los temas más interesantes, donde las bases regulares y cíclicas operan a modo de elemento hipnótico y seductor, cuestión que encuentra un eco también las letras en el caso de ‘Always wrong’, donde Savery repite una y otra vez “you’re always wrong???. Por otro lado, ‘Studio’ y ‘That walk’ son piezas únicamente sonoras que nos recuerdan el peso de la electrónica pura y sin intervenciones vocales en la formación de la banda.

En People Press Play pueden encontrarse ciertas reminiscencias a Mum, aunque al final del disco se haga un giro hacia una atmósfera totalmente distinta: ‘Stop’ es un tema que evoca las sonoridades y texturas más suaves y oníricas de My Bloody Valentine, track en el cual la voz de Sara Savery se instrumentaliza, fundiéndose con la ingrávida base electrónica y pasando a ser un hilo más de la exquisita trama sonora compuesta por el conjunto danés.