pianomagic_partmonster.jpg

Diez años es un plazo suficiente para saber si una banda está consolidada y evaluar con creces una trayectoria. En diez años perfectamente se puede conocer el aporte (o no) que ha hecho al mundo musical y el peso de sus obras. En diez años se puede hablar del logro de una solidez y de los momentos de riqueza creativa que ha alcanzado. Piano Magic han cumplido ese tiempo de vida, funcionando bajo la hegemonía de Glen Johnson, con diferentes formaciones, estilos y propuestas, pero siempre marcados por el signo de la excelencia y calidad. Más allá de la moda de bandas que aparecen tras los permanentes booms de la escena británica, ellos han permanecido en una posición de estatus para un público más exigente y maduro. En realidad esto daría para una crónica sobre la banda londinense, pero como lo que acá importa es otra cosa, vamos con ello.

Part Monster es el séptimo álbum en su fecunda carrera y donde, bajo la producción de Guy Fixsen (integrante de Laika), retoman el sonido de las guitarras tradicionales, traspasando la apuesta más electrónica de su disco anterior Disaffected (2005) al interesantísimo proyecto de Johnson y Cédric Pin llamado Future Conditional. Cuenta con la colaboración de la excelente y ya tradicional Angele David-Guillou (Klima) en las voces y de Simon Rivers (The Bitter Springs) y Terry Edwards. En nueve piezas de marcada presencia instrumental, por sobre el aderezo del canto de sirena de la vocalista francesa y el reposado tono de Johnson, el sexteto anglo-francés alcanza una cohesión digna de emular. Las atmósferas con sonidos etéreos y suaves, voces que parecen caricias, temáticas lúgubres y un dejo melancólico de algunas composiciones (‘England’s always better’ , la floydiana ‘Citties & factories’, ‘Part monster’ o la preciosamente solitaria ‘Halfway trough’), se contraponen a otras piezas de potente ejecución, con guitarras y tambores sonando en franca tradición a los estandares clásicos del post-rock. Enérgicas piezas que contribuyen notablemente a la integridad y contundencia de esta tremenda obra (‘The last engineer’, ‘The king cannot be found’, ‘Great escapes’, o la rítmica ‘Saints preserve us’). El equilibrio y complemento ideal entre lo sónico y la melodía cautivadora. También hay cabida para momentos más pop de gran factura (‘Incurable’) que hablan bien de la versatilidad y técnica que maneja la banda. El trabajo productivo de Fixsen ha sido fecundo y en la calidad de los detalles que conforman el disco ha cimentado la estructura de palacio que llega a ser Part Monster. Claramente el impacto que causa en el oyente es aquel que motiva a oírlo nuevamente una vez finalizado, con las canciones aún dando vueltas por la cabeza.

Cuando se está delante de un vestuario italiano, un automóvil japonés o una alfombra persa, se reconoce la calidad de la creación “per se???; con Piano Magic pasa algo similar con sus obras, no fallan. Sin miedo a aventurar, este disco debiese estar entre los top five de este año. Tremendo y admirable.