La parodia macho alfa de Picnic Kibun finalmente dio sus frutos. Ya hace más de dos años que ganaron el concurso Nuevos Sonidos de Super 45 e, incluso en aquel entonces, eran capaces de levantar al público de sus butacas en la sala SCD y generar una especie de fiebre repentina entre la multitud que gritaba ensordecedoramente frente al cuarteto que, junto a Valentina Fel, prometían conquistar los sonidos locales. Esto gracias a la fuerza del ritmo que imprimían en sus canciones, que es la misma que se toma por asalto Fiebre Tagadá, su primer LP “100% autogestionado por Picnic Kibun”, como dice textualmente el álbum.

Se trata de sesenta minutos que mantienen arriba la energía a punta de melodías pegajosas. Desde “Dance floor disco girl” hasta “Oh gran señor”, Fiebre Tagadá es una inyección a la vena de ritmo frente a la cual es difícil quedar indiferente. Sin embargo, los recursos para generar esta adicción inmediata no son nuevos: vienen del funk, del disco, de la electrónica, del pop, del rock, del techno y sobretodo del hip-hop, una pesada tradición que podría hacer hundirse en un segundo a un grupo aficionado de pretenders. Pero las guitarras de Necochea, los sintes de Vila y Korenblit junto a los rapeos sin respiro de Harvey saben llevar esta ensalada de referencias generando un producto de lujo, y con excelente humor. Globalización, rearticulación freestyle de sonidos, cortar y pegar, saltando del japo en “Mawashite” al tambor latino, del eurobeat al hipeado gringo, de la guitarra jamaicana de “Pink and Blue” hasta el electro-rock de “Drop your panties”, del pop a lo Justin Timberlake en “Nalgas Rock” hasta el rapeo guachaca de “20Pobre”, con olor a Calle 13.

Increíblemente de las 15 canciones y los 3 intros prácticamente no sobra nada, salvo algunas bajas de energía como la cumbia funk de “Fosforito chino” y la reminiscencia a Elvis de “Amused to be used”. Entre las destacadas, está la new wave “Dakar” que con aires cyberpunk entrega un ritmo insuperable. En Fiebre Tagadá todo está predestinado para la pista de baile y es ahí donde pertenece este disco, que más que un ejercicio pretencioso y revelador, es más bien un juego que nos invita a relajarnos y a derribar prejuicios que nos encierran entre las grises paredes de los edificios santiaguinos. Una apertura al atrevimiento y al descaro, tanto en la actitud como en términos musicales, donde Picnic Kibun encontró el lugar preciso entre la apropiación inteligente y la burla irónica.

Fiebre Tagada

MP3: Picnic Kibun – “Amused to be used”

VIDEO: Picnic Kibun – “Drop your panties”
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