Caminando por Corrientes los tontos se mordían los dientes y yo, en soledad, fui a buscar dolor???.

Es un cliché muy difundido aquel que acerca a la calle Corrientes en Buenos Aires a cierta arteria carnavalesca, plena de neones, ruido, música, librerías y presentaciones cómicas de pésimo gusto. En ese sentido, el paseo que encara la banda en “Av. Corrientes??? implica una total subversión de esa visión estereotipada. Porque la noche de sábado que se narra está lejos del glamour barato y de la diversión liviana. Tampoco está ese regusto nostálgico por las glorias de antaño. Lo que transmite el inspiradísimo arranque del disco de este dúo es una sensación de angustia y desasosiego; cierto estado de conformismo resignado que es más fácil de sobrellevar si se tiene una buena compañía etílica a mano. Por eso, la imagen que se nos devuelve de la famosa avenida está retorcida, ajada y hace explícita una decadencia que, normalmente, solo se insinúa. Es la imagen que puede percibirse durante una borrachera de las tristes.

Sólo encontré a la felicidad de ser tan necio, de no estar sobrio, de olvidad, de recordar!???.

Lo que sigue a ese arrasador comienzo puede rastrear su origen en el límite difuso entre la vigilia y el sueño leve y deshilachado; ese momento en el que imágenes pasadas, viejas canciones de los Stones, recuerdos y escenas recurrentes se nos imponen para conformar ese Jardín de la Duermevela, como tan bien lo definiera Nacho Vegas. Ese es el sitio en que florece el evocador dream-rock de Prietto y Mariano; aunque, como se dijo, nada es tan plácido ahí: las pesadillas son recurrentes y se revelan como espectrales efectos, coros y planos sonoros que entran y salen de la mezcla. El resultado es enigmático y dota de misterio la sencillez instrumental en la que descansa la banda: guitarra, voz y batería.

Los días duraban años entre tus ojos y el mar, y las noches duraban siglos, entre tus gritos y el bar???.

Luego de las Lou Fai home sessions Vol. I y II y del EP Experiencias del salón cósmico (disponibles para descarga gratuita en Mamushka Dogs Records y en Mandarinas Records) y con la colaboración del omnipresente Shaman Herrera en la producción, el dúo entrega un preparado espacial que sintetiza sus ideas en ocho canciones atravesadas por la singular voz de Prietto. El raro efecto de desfase que producen sus extrañas modulaciones – el modo “gringo??? en “ON”- resulta totalmente apropiado para transmitir las buenas ideas líricas de la banda. La música acompaña -de a ratos ominosa; agridulce mayormente– sin dejar nunca de lado esa sensación de pérdida y añoranza por tiempos mejores, como bien remata la letra de “Verano fatal???, un cierre perfecto y circular para el disco: “Fue un verano fatal, con las resacas y borracheras, y en medio de esa guerra que era vivir así, yo me enamoré de vos???.

La historia puede no haber terminado de la mejor manera pero…qué importa si las vivencias fueron tan intensas. Con este disco, Prietto y Mariano se embarcan y nos invitan a la más complicada y vertiginosa de las expediciones: el viaje interior.