Editado en 1993

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Red House Painters I es el primero de dos discos homónimos editados en 1993, un año después del álbum debut de la banda. Si bien ambos recogen el resultado de un mismo período de fructíferas sesiones de grabación en el estudio, es el primero de éstos el que concentra los mejores esfuerzos compositivos, dando forma a un disco intenso, honesto y profundamente emotivo.

Conocido por ponerse al desnudo a través de letras netamente autobiográficas, podría decirse que el cantante y compositor Mark Kozelek utilizaba a su banda como un vehículo de expresión de sus propias emociones, musicalizando el dolor, la nostalgia y los sentimientos, desde los relatos más banales a los de mayor profundidad. En las catorce canciones que componen este disco, Kozelek demuestra ampliamente sus capacidades y fortalezas como compositor, así como también su evolución desde el primer trabajo de Red House Painters, Down colorful hill (4AD, 1992).

“Grace Cathedral Park???, tema que abre el disco, despliega de un modo acústico un atisbo de lo que será Red House Painters I en su totalidad: un compilado de temas que atrapan desde su bella simplicidad, desde la profundidad de la voz de Kozelek, desde la honestidad de las letras y todo lo que logran transmitir en un proceso evocativo de intimidades propias y nostalgias adquiridas.

De intensidades variables, pero siempre en la clave del sadcore, este álbum entrega temas entrañables como “Katy song???, las notables y muy distintas dos versiones de “Mistress??? y “Take me out???, o el ya mencionado “Grace Cathedral Park???. Entre estas, “Katy song??? destaca entre las más bellas composiciones, y se alza como un vivo testimonio de una desilusión: (“A chance for calm / a hope for freedom / outlet from my cold solitary kingdom / by the forest of our spring stay / where you walked away / and left a bleeding part of me???). Por su parte, la versión en piano de “Mistress??? inunda de nostalgia una composición que unos tracks antes estaba llena de luminosidad.

Muchas veces comparado con Mark Eitzel (American Music Club), es gracias a él que conocimos a Red House Painters. Tras escucharlos en vivo, Eitzel los nombró a menudo como su banda favorita y al parecer fue a través de él que el demo de la banda llegó al sello 4AD.

Absorbente y pleno de intensidad emocional, Red House Painters I demuestra que la escritura desde los sentimientos no puede restringirse a rígidas estructuras compositivas, sino que se construye desde la particular necesidad de comunicar. Es por esto que se explica que sea un disco que oscila no sólo temática sino que también musicalmente, moviéndose entre los extremos de un folk luminoso hasta las disonancias que exacerban el sentimiento de angustia.

Pudiendo hablar desde la metáfora, Kozelek habla, sin embargo, desde la experiencia biográfica, y así diferentes texturas y sonidos se constituyen en la excusa para comunicar pérdidas, angustias, desesperanza y dolor, en canciones que resuenan con intensidad, pero también dejando en claro la vulnerabilidad de quien está detrás de la escritura, ofreciendo con total franqueza un acercamiento a su intimidad.

Red House Painters I es un disco notable, lleno de belleza en tonos calmos, carente de rebuscamientos y grandes arreglos, y un claro ejemplo de las posibilidades musicales de una composición simple pero cargada de emotividad.