R.E.M. – Reckoning (I.R.S.) Edmundo Velosoenero 24, 2008Discos319 comentarios Aparecido en 1984 Los tres primeros discos de R.E.M. han sido fundamentales para la construcción de lo que hoy conocemos como el rock independiente americano. Ya en su primer Ep, Chronic Town (I.R.S., 1982) estaban contenidas las raíces de su particular mezcla de post punk con el más puro folk rock estadounidense. Su críptica carátula, que mostraba una gárgola en desafiante postura, protegía una impetuosa ‘Wolves, lower’, irresistible híbrido entre Joy Division y The Byrds. Producido por Mitch Easter, Murmur (I.R.S., 1983), ha aparecido en casi todas las listas posibles de los mejores discos de los años 80, y en julio de 2007, la revista Mojo lo catalogó como el número 75 de entre los 100 discos que han cambiado al mundo. Según se cuenta, el título hace alusión al carácter de “murmullo” de la voz de Stipe, cuyas letras enigmáticas e inaudibles dejaban al oyente perplejo y con la tarea de descifrar los misterios de joyas como ‘Laughing’ y ‘Sitting still’. Su forma particular de mezclar los timbres, con la voz disminuida, favoreciendo los bajos y guitarras, será un componente esencial de la fórmula de R.E.M. hasta la llegada de Document (I.R.S., 1987). Su segundo Lp, Reckoning, apareció al año siguiente, nuevamente producido por Mitch Easter. En éste, la banda continúa el sendero de las letras crípticas de Stipe, pero esta vez su base rítmica se hace mucho más acelerada y punk que en sus esfuerzos anteriores. Su carátula, con los títulos en desorden y la participación del artista local Howard Finster (quien después trabajaría con Talking Heads), contribuyen al hermetismo. El título original del disco era “File under water”, el cual aparece en la edición vinilo, al igual que los tradicionales nombres para cada lado (en este caso Left side y Right side), que aparecen en todos los discos de la banda. Básicamente, la idea central era no hacer un “Murmur Parte II” e intentar capturar el sonido en vivo. Este objetivo se cumplió con éxito en menos de un mes de grabación, con acento exclusivo en la Rickenbacker de Peter Buck y la frenética y precisa batería de Berry. Con canciones escritas con mucho mayor consistencia y energía, aparecen nuevos timbres que incluyen a Mike Mills haciendo suyo el piano al final de la emotiva ‘Southern central rain’ y a Michael Stipe arremetiendo con harmónica en la intro de la punkie ‘Pretty persuasion’. ‘Harborcoat’, ‘Seven chinese brothers’, ‘Southern central rain’, ‘Pretty persuasion’, ‘Time after time (Annelise)’ configuran tal vez uno de los lados A más cohesionados jamás registrados por la banda. Para reafirmarlo, en el DVD When The Light Is Mine – antología de los videos de R.E.M. en sus años en I.R.S. – se encuentra ‘Left of reckoning’, compilación de grabaciones caseras de la banda cuyo único soundtrack es la cara A del disco. Sobre esta sorprendente procesión, parte de las indescifrables letras de Stipe se cuelan y dejan frases inevitables: “Autumn waded seven seas swimming colored come another”, “There’s a splinter in your eye and it reads ‘REACT'”, “The trees will bend, the cities wash away”. Todo un quiebre en su sonido de entonces, la rítmica hipnótica de ‘Time after time (Annelise)’ cierra la primera parte cautivando con su sutileza: “If you’re tired and you’re tried you can find me in my room. You can stay if you want and the third time you can’t lose”. El “Right side” de Reckoning despunta con la rockera ‘Second guessing’ y continúa la saga con ‘Letter never sent’, un mantra de guitarras y catacumbas (“The thought of the catacombs left my soul at home”) que se rinden ante ‘Camera’, el mejor tema del segundo asalto, completamente épica e imponente en la soledad que destila: “I fell by your bed once, i didn’t want to tell you. I should keep myself in between the pages”. Una pequeña jam session señala un cambio en la ruta y es aquí donde aparece ‘(Don’t go back to) Rockville’, envolviéndonos en el mismo aire sureño que ‘Range life’ de Pavement nos traería, exactamente 10 años después. Entre los mapas y leyendas de R.E.M., la letra de ‘Rockville’ trata sobre una chica que Mike Mills conoció brevemente y la forma en que la relación fue truncada por su inevitable regreso a un pueblo natal desolado y lleno de fábricas: “At night I drink myself to sleep and pretend I don’t care if you’re not here with me, cause it’s so much easier to handle all my problems if I’m too far out to sea”. En ‘Little America’, Stipe recorre visiones de su futuro en una ciudad perdida, cerrando el disco con fuerza y verborrea enigmática, construida sobre la base rítmica imparable de los redobles de Berry, la guitarra de Buck y el bajo serpenteante de Mills. El mismo Stephen Malkmus ha llegado a señalar que este es uno de los discos claves en su vida y ha reconocido abiertamente la influencia de ‘(Don’t go back to) Rockville’ en la creación de ‘Range Life’. Debemos también recordar que en el compilado No Alternative, lanzado por la organización Red Hot, aparece un tema de Pavement llamado ‘Unseen power of the picket fence’ que cuenta la historia de los primeros R.E.M., y que en el single del tema ‘Cut your hair’ aparece un cover del tema ‘Camera’, pero con letras alteradas. “Jefferson, I think we’re lost!”, le canta Stipe en las últimas líneas del disco a su manager Jefferson Holt. Claramente equivocado, de perdidos no tenían nada. Su disco más serio y oscuro -tendrían que esperar hasta 1992 para poder superarlo-, Fables Of The Reconstruction (I.R.S., 1985), estaba por nacer.