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La transparencia es un atributo del cual no todos gozan, menos cuando hay pretensiones de por medio. Muchas veces uno queda encandilado de tantas palabras al explicar un disco sin poder entender los motivos más radicales por los cuales fue hecho. Rosario Mena definitivamente no cae en lo anterior. No por falta de personalidad, sino por lo claro del mensaje que entrega en Perpetua, su tercer álbum luego de Fe Ciega (1999) y Serial (2002).

Escuchar Perpetua es como meterse en un complejo lugar donde hay mucho contenido íntimo, que se deja ver tanto por su intención al entonar las melodías como por lo extramusical. En la carátula ya se explicita lo que implicó la génesis de este disco, la significación que tiene hacer música independiente hoy en día y lo laborioso que es cumplir con más de una tarea a la vez. Las imágenes evocadas son las de una madre que lava la ropa y que cuida a sus hijos, que entra a lidiar con la realidad para hacer música vertiendo lo aprehendido afuera. Y, claro, todo eso no dista en nada de lo que realmente es Rosario Mena ni de su manera de hacer música, pues goza de una autarquía artística envidiable.

Perpetua consta de 12 tracks equilibrados en donde se aprecia una fusión de sobrias secuencias electrónicas con instrumentos de cuerda y baterías acústicas. Sobre esto descansa la peculiar voz de Mena y su inconfundible timbre que se hace uno con cada canción a medida que avanza el disco. La placa pasa por emotivos momentos como ‘Dos’, donde se relata una historia en primera persona con un coro muy bien logrado, y ‘Vender Mi Alma’, que deja entrever la influencia de Violeta Parra y de la canción popular chilena de antaño con un rasgueo de guitarra que suena a charango. La sorpresa llega con ‘Hamburgo’, donde sale a flote su faceta sensual con ayuda de un ritmo blusero, apostando a lugares de media luz y bohemia.

En un disco lleno de cooperaciones connotadas, Rosario Mena muestra una careta más cercana a la balada que al neo folclor independiente y experimental. No es un disco inolvidable, pero bien vale la pena escuchar lo nuevo de esta mujer para quien ha seguido su carrera.