Sebadoh – Bubble and Scrape (Sub Pop) Rodolfo Garcíamayo 27, 2008Discos3 comentarios Editado en 1993, reeditado en 2008 por Domino Bubble and Scrape es el cuarto álbum de Sebadoh, en el que el estilo abrasivo y conmovedor de uno de los íconos del indie finalmente se consolida tras seis años de experimentos varios. El menú: 17 canciones de amores rotos, misterio y paranoia auditiva que llevan los límites del género kilómetros más allá de lo establecido, abusando de las drogas, de la cerveza y de la conciencia bien pensante del auditor. Sebadoh parte a mediados de los ochenta como el proyecto solista de Lou Barlow, entonces bajista de Dinosaur Jr. Luego de intercambiar cassetes grabados en casa en precarias condiciones, se sumaría el dj de la radio universitaria local de Boston, Eric Gaffney, en percusiones y guitarra. Juntos editan The Freed Man (1987) y Weed Forestin (1989) en plan acústico, a veces romántico (Barlow) y otras, esquizoide (Gaffney). Estos discos, junto a los de Daniel Johnston, sientan las bases del Lo-fi. Establecidos como grupo a parte entera luego de que Barlow se hace eyectar de Dinosaur Jr el ‘89, el dúo incorpora a Jason Lowenstein como tercer integrante. Bienvenidas entonces la electricidad y el rock, con el sencillo Gimme indie rock y dos epés compilados por Sub Pop con el sugerente título Smash your Head on The Punk Rock. Antes de ello, III (1991, Homestead) es considerado la piedra angular del rock independiente, desafiando con su crudeza y sensibilidad todos los parámetros establecidos por la industria comercial. Llega el turno de Bubble and Scrape (1993, Sub Pop), en que esta democracia que es Sebadoh adquiere todo su poder de fuego. Cada uno de los songwriters del colectivo esgrime sus canciones con seguridad y concisión: Gaffney con su locura esquizofrénica y experimental, Barlow sangra como nunca luego de que su novia de toda la vida lo deja y Lowenstein estrena unos corrosivos riffs rockeros. Ahora es cuando Sebadoh deja de ser un secreto, expuesto en la prensa, en poleras que usa Kurt Cobain en sus shows y en giras inaugurales en Inglaterra, donde Barlow nunca pensó volver luego de dejar Dinosaur Jr. Junto a Pavement y Stereolab lideran la lista de nuevos fetiches de la crítica. “Soul and Fire” y “Two years or Two days” (el primer single editado en la historia del recién fundado sello Domino) abren los fuegos con acordes llenos de desgarro y letras sobre la separación de Lou Barlow. “Clishe” se inserta en esta misma línea, con una cadencia lenta pero potente, al estilo de Codeine. Mientras, las ácidas “Elixir is Zog”, “Flood”, “Fantastic Disaster” (G Love en coma etílico) y “Telecosmic Alchemy” (“lloro porque estoy borracho” es parte de la letra) ponen la parte hardcore y destructiva. Mención aparte merecen “Sister” y “Sixteen”, dos tremendas canciones de punk rock de Lowenstein, que marcarán su estilo y tendrán derivados en los álbumes que seguirán, especialmente en Bakesale de 1994, el más vendido en la carrera del grupo. Vale mencionar que el guitarrista se ha atrevido a componer desde hace muy poco y ya esgrime ese par de gemas. “Sacred attention” y “Homemade” muestran también el germen de lo que será el estilo eléctrico, intenso y apasionado de Barlow en el futuro, una verdadera regurgitación cruda de sentimientos. Bubble and Scrape cierra la primera etapa del grupo, ya que Gaffney deja Sebadoh definitivamente hasta su reformación del 2006. La verdad es un alivio, ya que este genio torturado abandonó unas cinco veces el proyecto al inicio de las giras, debiendo ser remplazado por Bob Fay en la batería como parche, lo que sería definitivo luego. La tensión en la banda fue un ingrediente que se refleja, sin embargo, de manera extremadamente positiva en el disco: es quizás el que posee mayor intensidad de todos los que editó Sebadoh. Por ello, Bubble and Scrape es un manual imprescindible hacia la liberación de la angustia, hacia el amor desesperado, la vida del underground, el absurdo y una sensibilidad tan profunda como a ratos difícil y agresiva. Este es un clásico por su personalidad única e insolente, que desafía al auditor y no se rinde para nada a la primera escucha. Pero, aquellos con los que riñes muchas veces se transforman luego en tus mejores compañeros de ruta: la valentía del que se arroja en estas melodías ariscas e inciertas es reconocida con creces, como experiencia de vida. No es un azar que All Tomorrow’s Parties lo haya situado al nivel de un Daydream Nation (Sonic Youth) o un Spiderland (Slint) dentro de la serie Don’t look back, donde Sebadoh está presentando Bubble and Scrape íntegramente en la actualidad.