Publicado en 1995

Washing machine representa una nueva era para Sonic Youth. Luego de una época de gloria con la trilogía compuesta por EVOL (1986), Sister (1987) y Daydream nation (1988), la banda cierra su contrato con la icónica disquera punk SST (Black Flag, Minutemen, Dinosaur Jr) e ingresa a las ligas mayores en el sello Geffen con Goo (1990), un disco considerado frío por el grupo y sus fans, ya que perdía la espontaneidad característica con una sobre producción en estudio.

El cuarteto integrado por Kim Gordon (bajo, voz), Thurston Moore (voz, guitarra), Lee Ranaldo (voz, guitarra) y Steve Shelley (batería) tiene problemas en hacer cuadrar sus dislocadas melodías experimentales y pop con las expectativas financieras de la compañía discográfica, más aún cuando recomiendan a sus amigos de Nirvana al sello y se produce una revolución musical que no se había visto desde los Beatles, con la edición de Nevermind en 1991.

Los roces con el productor que elige Geffen, Butch Vig (Smashing Pumpkins, Nirvana), y con el ingeniero de sonido Andy Wallace (Pantera), se tornan irreconciliables. La banda siente que en Dirty (1992), la presencia de estos personajes los hacen perder identidad y “mastican??? su sonido para las grandes audiencias, más aún cuando notan que en vivo suenan mejor que nunca y que eso no se refleja en los discos. Como resultado de este proceso, rechazan cualquier acercamiento al grunge y lo “alternativo???, tan de moda a principios de los ‘90. “No nos interesan Soundgarden o Smashing Pumpkins, no creo que sean realmente alternativos. Deberías escuchar a Pavement y Sebadoh???, aseguró Kim Gordon en una entrevista durante 1994 en el canal francés M6.

El fruto de esta comezón incómoda con el mainstream será Experimental jet set, trash and no star (1994), un disco que si bien debe cederle las consolas nuevamente a Butch Vig, encara el desafío con algunos de los temas más ruidosos y radicales de Sonic Youth en muchos años. Los gritos al estilo de Boredoms en “Screaming skull???, la hipnosis misteriosa de “Bull in the Heather??? y el pop destructivo de “Self obsessed and sexxee??? revitalizan la banda y le devuelven todo el poder de sus mejores tiempos, como en Bad moon rising (1985) y EVOL. Este álbum tendrá dos o tres presentaciones en sociedad, ya que Moore y Gordon han encargado a su propia ‘joven sónica’, que nacerá meses después del lanzamiento de Experimental jet set…, su hija Coco.

El hecho de ser padres y de conformar un hogar, más la pérdida de seres queridos, como su amigo Kurt Cobain (¿Es Sonic Youth la banda de amigos de Cobain en Last Days de Gus Van Sant?), hacen que Washing machine sea un disco definitivamente diferente. Al mismo tiempo es una catarsis de todas estas vivencias confusas y perturbadoras, y posee una calidez de canción de cuna (“Unwind???, por ejemplo), inédita en los inicios ásperos del conjunto. Una canción de Sonic youth podía ser una experiencia a meditar, como las películas de David Lynch, mezcla de erotismo, violencia y muerte, pero ¿ternura? Tal vez sólo en el tema que cierra Experimental jet set… se note esa vuelta a la infancia, a los primeros afectos, pero en Washing machine, con temas como el hawaiano “Little trouble girl??? –de una adolescente que desafía la tutela materna y se lanza de lleno en la experiencia de la pareja-, esto se hace claramente presente.

En lo musical, la banda se torna hacia el lo-fi con el productor John Sitek (Cell), provisto de una mesa de sólo ocho pistas, y se deja absorber por la influencia de la nueva camada indie de Matador Records (sello que acaban de escoger para sus nuevos trabajos), tales como Yo La Tengo, Pavement y Helium (estos últimos dos escogidos como teloneros por la juventud sónica tras lanzar Washing machine). El sonido del kraut rock, mezclado con shoegaze y noise pop darán como resultado las composiciones casi lineales del nuevo álbum, dejando atrás los intentos de formato canción de las ediciones anteriores.

El hecho de grabar en el Easley Recording Studio de Nueva York, en la misma época que Kim Deal (invitada a cantar junto a Sonic Youth en el disco), Pavement, Guided By Voices y Wilco, le dará un nuevo giro a las sesiones. Para evitar cualquier groove o funk, el grupo de Thurston Moore obvia los bajos y Kim Gordon pasa a ser una tercera guitarra, aportando nuevas texturas. Esto deriva en jams ruidosas como la de “No queen blues???, o el abstracto final de “The diamond sea???, donde todo se difumina, a la manera en que My Bloody Valentine realiza experimentos de treinta minutos de bulla ambigua y ensordecedora en sus versiones en vivo de “You made me realise???. También se siente esto en las interpretaciones vocales extremas de Kim Gordon, en temas como “Panty lies???, donde la repetición se vuelve obsesiva, como en una suerte de teatro psicológico.

Además, Lee Ranaldo vuelve a sacar a voz, y entrega canciones brillantes que incorporan su faceta de poeta post beatnik (admirador de William Borroughs) -expuesta en sus álbumes como solista y performances individuales-, como “Skip tracer??? y “Saucer like???. Hay tiempo hasta para pasajes ambientales, como en “[untitled]???, que retoma el tema que abre el disco, “Becuz???, en clave instrumental. “The diamond sea??? cierra el disco con majestuosidad, convirtiéndose en uno de los temas clásicos del grupo. Con todo, ¿Es Washing machine el gran disco que lanza a Sonic Youth de la adolescencia a la adultez? Es posible, así como que su influencia va mucho más allá de lo que se cree. De manera subterránea, eso sí.