Una de las cosas que más llama la atención al revisar la extensa y siempre mutante obra del norteamericano Michael Gira es la manera como varía su música en pos del sometimiento del auditor a estados de ánimo casi siempre enrarecidos. Comparar su discografía reciente junto a The Angels Of Light con sus primeras referencias al mando de Swans puede arrojar pocos puntos en común. Ya casi no queda nada de aquellos cisnes extremos, brutales y sin concesiones de la primera mitad de los ochenta, lo cual habla muy bien de la forma como Gira se ha sabido reinventar en sus tres décadas de labor musical incesante. Pero siempre hay elementos que se mantienen; el gusto por el hipnotismo sonoro y el afán por la disección del espíritu humano en sus más profundas concepciones.

La forma de musicalizar sus canciones ha variado durante todos estos años abrazando diferentes estéticas: el post punk, la no wave, la oscuridad épica, el metal drónico, la electrónica oscura, el minimalismo y el folk. Y para con The Angels of Light este último estilo ha sido el principal vehículo para las composiciones del de Nueva York. Desde que bajara la cortina del proyecto que compartiera con Jarboe e iniciara esta nueva aventura con una plana rotatoria de colaboradores, su obsesión parece ser la de indagar en las diferentes dimensiones que puede brotar de su mente para redefinir el folk, la americana y el rock.

Y en este We Are Him logra dar una nueva vuelta de tuerca en la carrera de sus ángeles de luz. Con integrantes de Akron/Family –quienes ya vienen colaborando desde sus dos anteriores, el luminoso Sing Other People (Young God, 2005) y el split album The Angels of Light/Akron Family (Young God, 2005)- más otros ilustrísimos invitados como la chelista Julia Kent (colaboradora de Antony and The Jonhsons), Christoph Hahn (ex Swans) y el incombustible Bill Rieflin (quien ha puesto su talento de multi-intrumentista al servicio de Ministry, KMFDM, Swans, The Minus 5 y REM, entre muchos otros), logra una bella comunión musical para configurar uno de los discos más versátiles de su carrera. Y digo versátiles, por que Michael Gira logra dar plena cohesión a un álbum que se pasea por tonos y estilos diversos dentro del actual mundo sonoro que se ha construido en esta primera década del siglo XXI.

Es así como explora la belleza bucólica (‘The man we left behind’) el blues ácido (‘My brother’s man’, ‘We are him’), el folk mesmerizante (‘Not here / Not now’; ‘Promise of water’), la balada oscura y cinemática (‘Sometimes I dream I hurting you’) y el country (Good bye Mary Lou). En este contexto, podemos decir que este quinto largaduración de The Angels of Light es uno de los que tiene mayor arraigo en el formato de banda de rock, cercano a lo que intentó en Everything Is Good Here/Please Come Home (Young God, 2003), pero con la fluidez y la confianza que otorga el reconocimiento y la colaboración de nuevas generaciones de músicos que han abrazado la obra del cincuentenario autor de Children of God (Caroline, 1987).

Como un Dylan del otro reverso de la cultura norteamericana, Michel Gira sigue entregando música hermosa y reflexiva desde su propio entendimiento de los tiempos. Entrar con gusto en su inimitable universo creativo es perderse varios años en una obra inmensa, de aquellas que son indivisibles de la vida de quien la crea. Así ocurre con casi todos los grandes, y este We Are Him nos dice que su autor ha sabido envejecer su arte de la mejor forma posible.