Observar como un niño trata de ser concientemente adorable para obtener algo -la compra de un chocolate en el supermercado, por ejemplo- es algo genuinamente horrendo. No porque las expresiones afectadas traigan flashbacks traumáticos de los niños sabihondos de Don Francisco, sino porque queda al descubierto que hay algo irremediablemente perdido ahí, para siempre.

La misma sensación deja el duo inglés The Boy Least Likely To. Su disco debut, The Best Party Ever (Rough Trade, 2005) se mantiene fresco como un encantador repaso neurótico de lo que es tener veintitantos y sentirse de diez a través música escandalosamente pop. Pero lo que era una naturalidad contagiosa, en su segundo disco se transforma en sobreproducción mal calculada al tratar de repetir la fórmula. Lamentablemente, es un trying too hard sin la liviandad anterior, y termina por hacer muy desagradable el forzado imaginario inocentón de catapultas, bigotes y globos. Ya no es adorable. Extrañamente. sólo un poco triste.

MP3: The Boy Least Likely To – “I box up all the butterflies”

VIDEO: The Boy Least Likely To – “When life gives me lemons I make lemonade”
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