El encanto del sonido nostálgico del grupo londinense sigue dando créditos, en esta oportunidad con este mini álbum que en ocho temas nos invita a ser parte de un laberinto de emociones. Tan siniestra portada, cual ilustración del Dr. Mortis, no se condice casi en nada con el estilo romántico y nostálgico que siempre los ha  identificado y que siguen propagando acá.

La ternura y luminosidad lírica son las punta de lanza de Minotaur. Melodías que son caramelos para degustar en pareja, cual comercial de chocolate, algo que a The Clientele les resulta tan bien. Entonces, se dan el espacio para probar, de repente, otras cosas, como el rock más firme de “Gerry” o el galope rítmico de “Paul Verlaine”, hasta que nos encontramos con esa especie de preludio en piano llamado “N°.33” (¿el número fatídico a estas alturas?), que antecede al spoken word “The green man”, con esa atmósfera opresora y oscura, que en este caso más que oveja negra viene a ser como el toro negro dentro del disco. Al terminar, todo vuelve a la calma con “Nothing here is what it seems”. La luz al final del túnel.