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Formados en el 2004, este trío inglés compuesto por David Malkinson, Roger Mackin y Phil Raines decidieron amalgamar una serie de estilos rockeros que iban desde los ruidos ambientales, las melodías, el viejo sonido garage (con feedback y drones), y el rock setentero alemán. Con esos fundamentos, algo bueno y auspicioso se podía esperar para su primer trabajo.

Empieza el disco con el single ‘All ones and zeros’ y que te agarra de una, con ese beat tan krautrock, guitarras ruidosas y efectos sónicos a lo Hawkwind. Perfecto para escucharlo en una tocata subterránea. Y cuando piensas que la cosa va de subidón, te bajan inmediatamente con ‘Things’, hecha de una melodía que parece del meloso Damien Rice y una percusión muy velvetiana. La efervescencia de Spiritualized se marca a continuación, en el trabajo de los rasgueos y sobre ellos la sutil voz de Malkinson, que aunque parece aunar los elementos necesarios para hacer temazos con la fórmula “suavidad interpretativa + contundencia instrumental”, no dan con el resultado esperado en primera instancia y parece que transcurrida la primera mitad del disco la cosa se hubiese desinflado. Más efecto que efectividad como se suele decir. Y es que dan luces de un interés mayor en la creación de texturas electrónicas ambientales que en el desarrollo de temas propiamente rockeros y de mayor peso, como se vislumbraba al conocer sus influencias musicales. Salvo en ‘So far gone’ que muestra en algo ese tamiz, el resto para adelante mantiene ese ritmo de amague y generalmente un sabor medio empalagoso que frena un potencial. Como para ver que pasa en el segundo disco. Esta vez pasa, por ser debut.

Materia prima hay, pero deben conjugar mejor los elementos y soltarse más. Rock Action emergency.