No se podía esperar otra cosa de los Fiery Furnaces. Su primer disco doble en vivo -triple en su versión LP- contiene 6 piezas larga duración donde resucitan el medley de antaño y lo llevan más allá, construyendo nuevos temas gigantes dignos del mejor Yes, formados por nada menos que 51 canciones de su asombrosa discografía.

Remember, llamado así por las líneas de su single “Here Comes The Summer”, nos enfrenta a una dura apuesta: Este disco está hecho exclusivamente para gente que ya conoce la discografía de los Furnaces. Y es que el título es claro. Ya sea si conocen las leyes de la termodinámica o no, es imposible recordar el futuro. Aunque el pasado, en el caso de los Furnaces, suene nada más y nada menos como el futuro.

Como nunca antes, nos enfrentamos oído a oído con un reto: “Por favor, no intentes escucharlo todo de una vez” dice la advertencia en la carátula. Es difícil encontrar otra banda actual que arriesgue tanto, incluso, ante sus mismos fans. Y es que los seguidores de los Furnaces están acostumbrados al caos, y nada mejor que un desorden comandado por la voz de Eleanor -en este disco, juguetona y precisa como nunca- y los teclados de Matt, con unas piruetas que dejarían a Tony Banks o Rick Wakeman con ganas de tener 20 años nuevamente.

Estandartes innegables del prog rock dentro del mundo independiente, Fiery Furnaces son fieles a las leyes de su tierra madre (recuerden que Matt es fan de los Who, creadores de dos de las mejores óperas rock de la historia: Tommy y Quadrophenia) y nos muestran una avalancha de virtuosismo que va a hacer que más de alguno desempolve sus viejos discos de King Crimson.

Entre estas inmensas suites, es posible reconocer -no hay mejor verbo en este caso- ciertos patrones: El disco uno, nos trae el Bitter Tea (Fat Possum, 2006) casi en su totalidad, acompañado de algunos de los singles que fueron recopilados en EP (Rough Trade, 2005). Y, en el caso del disco dos, condensa fragmentos de los discos Blueberry Boat (Rough Trade, 2004), Rehearsing my Choir (Rough Trade, 2005), Widow City (Thrill Jockey, 2007) y, en menor grado, Gallowbird’s Brk (Rought Trade, 2003).

A pesar de estar conformado por grabaciones extraídas de presentaciones en distintos escenarios, Remember suena increiblemente cohesionado. Esto, más un par de momentos de antología, como la presentación de la banda en medio de la suite de “Bitter Tea” y una breve equivocación de letra de “Eleanor en Blueberry Boat” -con risa incluida- nos hacen compartir a la distancia la emoción de los afortunados presentes a tamaña demostración de arte. Un big bang en expansión, un orden reinventado, reimaginado y reconstruido. Algo nuevo y viejo a la vez, tal como los recuerdos, cambiando cada vez que estamos frente a ellos.

Debo ser sincero. Me fue imposible hacer caso de la advertencia. Mis oídos, humanos como el mismo pecado, no pudieron resistirse. Y luego de escuchar el disco de una sola tirada, no puedo evitar preguntarme: si viene Radiohead, y vino Animal Collective, ¿por qué no soñar con recordar en persona a los Furnaces?.

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