The Housemartins – People Who Grinned Themselves To Death (Go! Disc) Jorge Acevedonoviembre 14, 2007Discos7 comentarios Aparecido en 1987. No hay caso cuando te enfrentas a la canción pop perfecta. Claro, están los recelos, pero entre el tarareo inmediato y el movimiento irrefrenable del pie no queda más que rendirse. Esta se llama ‘Bow down’ y cuando has comenzado a maravillarte con la melodía vocal, los infelices arremeten con una trompeta que termina de desarmar. Maravillas como esas son las que lograron hacer The Housemartins en sus 40 meses de existencia. Porque eso fue lo duraron. Poco, lo mismo que una buena canción pop. ¿Qué sucede si a la misma buena canción pop le agregas una lírica interesante? Del estilo “estoy muy triste, pero distanciadamente logro reírme de ello (aunque sigo con pena)” a la The Smiths. O una que diga “contaré textualmente conversaciones algo indiscretas” a la The Wedding Present. Como supondrán, el resultado en esos casos es más que óptimo. The Housemartins optaron por un acercamiento a la Paul Weller y aprovecharon la difusión de una melodía tarareable para contar con algo de sarcasmo una que otra injusticia social. Una daga bien recubierta con azúcar siempre es efectiva. Y, por Dios, que tenían azúcar las melodías de los primeros singles como ‘Happy hour’ o ‘Flag Day’ y del primer disco ingeniosamente titulado London 0 Hull 4 (Go! Disc, 1986). Porque aclaremos que el cuarteto conformado por Paul Heaton en guitarra y voz, Hugh Whitaker en batería; Stan Cullimore en guitarra y Norman Cook en el bajo (sí, el mismísimo Fat Boy Slim) provenían de Hull, una ciudad del norte de Inglaterra que conoció días mejores. Y por eso (y también para molestar, por qué no) se vestían como yernos ideales, mientras cantaban letras que mezclaban marxismo y cristianismo, y, por último, se hacían cortes de pelo en forma de cruz. ¿Extraño? Claro que sí, más todavía si consideramos que su mayor éxito fue un cover de rythm and blues a capella llamado ‘Caravan of love’, y que, a pesar de los beneficios publicitarios que les pudo haber traído, rechazaron participar en el Red Wedge Tour de 1987 (que reunió a Paul Weller, The Smiths y Billy Bragg, entre otros ilustres), desarrollado como oposición al gobierno conservador de Margaret Thatcher en Inglaterra. Luego de sus reparos públicos a su nominación a los Brit Awards; los cambios internos (ingresaba el baterista Dave Heminghway y los relegados Cook y Cullimore pedían más protagonismo) y una pequeña campaña de desprestigio por parte de The Sun; The Housemartins entraron en un clima enrarecido a grabar su segundo y último disco. De esas tensiones internas surgiría la mezcla que transforma a People Who Grinned Themselves To Death en la mejor muestra de su talento. Hay pop sin ningún tipo de coartada en ‘The World’s on fire’, ‘you better be doubtful’ y en el tema que da título al disco; los primeros apuntes soul de Paul Heaton en la hermosa ‘Build’ y ‘The light is always green’ (ambas con algún dejo de los Style Council de Paul Weller); y cierto sincretismo en las irresistibles ‘Bow down’, ‘Me and the farmer’ y el instrumental ‘Pirate aggro’. Tomando la posta del sonido y las intenciones de Orange Juice, The Housemartins concretaron en People Who Grinned… un producto limpio, de arreglos sospechosamente simples y con las armonías vocales precisas (marca de la casa desde el inicio hasta el final de su carrera) para redondear 3 minutos de perfección. No pasaría mucho tiempo desde la salida de este disco hasta el carpetazo final de la banda y el renacimiento en diferentes proyectos, con bastante más apoyo público que el grupo original. Heaton y Hemingway formarían the Beautiful South, donde desarrollaron soul blanco con gran éxito en Gran Bretaña. Pero sería el ignoto Norman Cook, al que mejor le iría, creando primero Beats International, luego Freakpower y, por último, tomando la tornamesa y haciendo bailar a Christopher Walken, bajo el alias de Fatboy Slim. En el comunicado que informaba sobre la separación en 1988, Paul Heaton decía “en la época de Rick Astley, Shakin’ Stevens y Pet Shop Boys, simplemente, The Housemartins no fueron lo suficientemente buenos”. En la época de Beautiful South y Fatboy Slim, parece que tampoco.