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Posiblemente una de las bandas estadounidenses con sonido más británico, The National aparece con su cuarta entrega después del exitoso Alligator (Beggars Banquet, 2005), trabajo que incluso los llevó a incluirlos dentro de un blog musical (Berkeley Place) como uno de los 25 discos esenciales de la historia del indie rock. Emparentados en estilo a Tindersticks o Nick Cave, y con más de algún guiño a Leonard Cohen -principalmente por la interpretación vocal profunda de Matt Berninger-, este quinteto de Ohio conglomera en su nuevo trabajo una serie de instrumentos (piano, cuerdas, vientos) que generan una sólida y rica base donde la percusión marca la pauta de la mayoría de los temas.

A diferencia de su predecesor, la banda volvió a poner en orden las relaciones que se vieron resentidas con el éxito de Alligator. Familia, amigos y demases fueron parte de la distancia y el desarraigo que se generó por el revuelo y la carga de trabajo promocional. Con Boxer han vuelto a los suyos, otorgándole un carácter más reflexivo y maduro a su propuesta, lo que ciertamente se deja entrever porque suenan más reposados, como el retorno a casa por la noche luego de un intenso viaje.

Melodías suaves y un tono introspectivo es lo que asoma a primera escucha. Prueba de ello es la prometedora apertura de ‘Fake Empire’, la belleza de ‘Green Gloves’ y ‘Gospel’, y la excelencia melancólica de ‘Racing Like A Pro’, la pieza más recordable de todo el disco, que cuenta con la participación de Sufjan Stevens. Mención aparte merece además ‘Guest Room’ donde la voz de Berninger se acerca más al registro de Stuart Stapples.

Para muchos, Boxer puede haber ganado anticipadamente el derecho a estar en las listas de lo mejor del año. Pero en la continencia generalizada que marca al álbum está el tope para llegar a constituirse en un disco grande. Podrán decir que ahí reside la gracia, dado el ánimo con el que fue concebido, pero se echa de menos algún destape repentino, alguna inflexión interpretativa que salga del esquema algo monótono. Algo de eso se vislumbra en la interpoliana ‘Mistaken For Strangers’ y en la guitarrera ‘Apartement Story’, pero en otros temas como los rítmicos ‘Brainy’, ‘Squalor Victoria’ y ‘Slow Show’, queda el sabor pendiente de algo más.

Boxer es como aquellas mujeres finas que te dan ganas de salir con ellas, abrazarlas y hacerles cariño, pero no llevártelas a la cama de inmediato; es aquella pasión y fervor de la que carece metafóricamente, la que surge adorable cuando se descubre con el tiempo. Recomendable oírlo para subirte el pelo.