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Como declaraban en broma al principio de su carrera, The New Pornographers se debatía en la tiranía de dos genios creativos: A.C. Newman (de Zumpano) y Dan Bejar (Destroyer). En esa dictadura melódica, se paseaba la presencia magnética de Neko Case y juntos saltaron al panorama indie como una superbanda acumula-talentos, a la que se le cuestionaba no ser más que una reunión de gente notable grabando por diversión. Cuestionamientos que demostraron su injusticia, porque ya con cuatro discos y la victoria de Newman sobre el dominio creativo, la banda ha hecho gala de una impecable capacidad para desarrollar un sonido que, a estas alturas, puede considerarse idiosincrásico del extreme pop, ese donde las melodías van a mil por hora y no existe ningún pasaje que no se pueda tatarear.

Challengers, su encarnación 2007, es la desacelerada natural de la atolondrada carrera escalera abajo que fueron Mass Romantic (Mint, 2001) y Electric Version (Matador, 2003), tras pasar por el rellano prog-pop de Twin Cinema (Matador, 2005). Al final de los escalones, su nueva entrega se escucha libre de los resuellos que producían sus gimnásticos primeros discos pero conservando la capacidad atronadora de A.C. Newman de crear las más intricadas composiciones pop, llenas de sorpresas rítmicas, melodías agradablemente enjambradas y giros a tonos menores que hacen que hasta al más insensible de los escuchas, el corazón le pegue un drástico bajón.

Como todo compositor prodigioso, el mérito de Newman está en trabajar las melodías al extremo para que aparezcan una composición natural y distendida. Canciones que a veces generan esas epifanías prolongadas; como la fantástica ‘Unguided’, que inexorable se abre enorme con su coro escalofriante, mientras de sopetón una queda detenida en la vereda con dos bolsas del supermercado en la mano, mirando con la boca abierta a la gente que pasa al ritmo de algo como pop perfecto.

Y quizá esta nueva calma mortalmente efectiva en The New Pornographers, que hace que las canciones suenen seguras en su bajo perfil y articuladas a la perfección de metrónomo, podría radicar en el momento de la banda: Bejar y Case tienen una sólida carrera en solitario y Newman no sólo sacó un disco solista impecable; también se casó hace poco. Por eso Challengers parece una entrada a tierra segura, con la certeza de que los fuegos artificiales melódicos, esos que explotaban como guatapiques en Mass Romantic, pueden ser sustituidos por una composición de largo desarrollo, como un volador que se pierde en la estratosfera. Por eso, si bien no es un disco difícil como Twin Cinema, Challengers trasluce cierta reticencia a llegar a coros apoteósicos o arreglos más grandes que el estudio mismo. Quitados de bulla, The New Pornographers entregan sólidas canciones que desafían su propio concepto de hit instantáneo (no hay aquí ninguna ‘The Body Says No’ o ‘Miss Teen Wordpower’). Aquí hay composiciones que aportan nuevos elementos a cada escucha, como la estupenda canción que le da el nombre al disco, la melancólica ‘Go Places’, con una reflexiva Neko Case, o ‘Entering White Cecilia’, con un fogonazo de los estupendos punteos de Bejar. Para disfrutar con calma sentada al sol en el último peldaño de la escalera.