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The Radio Dept. hace discos perfectos para regalar: sea en una envoltura con acolchado, muchas estampillas y una dedicatoria, o a través del gesto impotente de un despechado que los entrega en una despedida forzada. Estos suecos siguen en la senda de adolescentes en retirada que hizo memorable su debut Lesser matters (2004). Con Pet grief producen una de las emociones que cualquier melómano puede llegar a experimentar: conmoverse de tal manera que se vuelve urgente compartirlo con alguien que importe. Que importe mucho.

Pet grief vuelve con esos pasajes de pianos medio lánguidos, murallas de sonido sutiles con sonidos encontrados que vienen y se van a voluntad, acompañados de riffs desganados que parecen salidos de algún subterráneo de Brooklyn y no de Estocolmo. Con canciones que exploran texturas y melodías simples como ‘It’s personal’ y ‘Gibraltar’, en Pet grief hay una clara intención de manejar una progresión, sin adelantar los clímax ni producir cambios bruscos. Unitario, el orden de las canciones es crucial. Por eso, con el anuncio de las baterías programadas de ‘It’s personal’, la segunda canción que le da el nombre al disco suena perfecta. Abriendo con una batería taquillera da pie a una melodía ingenua donde aparece la impotencia de querer ayudar y sentirse inútil. Siguiendo a Depeche Mode y The Cure sin su oscuridad grandilocuente, Pet grief continúa con esa tónica de combinar momentos de ritmos contrapuestos, unidos por una sensación de optimista desolación. Por eso, si bien este disco tiene grandes canciones que podrían ser sencillos como ‘I wanted you to feel the same’ y ‘Always a relief’, es el primer single ‘Worst taste in music’ el que mejor ejemplifica el tono usado. Ultra pop, con un inicio dramático que genera expectación con notas graves de piano y batería mínima, es un hit instantáneo, que suena muy simple porque su mayor golpe de efecto está en un coro medio anémico. Después de lamentarse de ser dejado de lado por otro, Johan Duncanson se consuela diciendo: “but he’s got the worst taste in music/ if I didn’t know this I’d lose it???.

Renovados y sonando igual de frescos que en su debut, pero en clave pop ochentera y shoegazer, Pet grief atrae con fidelidad por su calma triste y la emoción que transmite. Gran disco de una banda privilegiada.