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The Teenagers transpiran onda, aunque puede ser que transpirar no sea el verbo más adecuado: la gente con onda no transpira. Digamos que gritan onda, como lo haría un anuncio de jeans con Mary Kate Olsen de modelo. Pero siendo esto de la onda tan escurridizo, hay algunas cosas que justifican su cooleza. Son un trío francés-británico, que les da ese aire multicultural globalizado tan actual, lo que sumando a que Quentin Delafon, Dorian Dumont y Michael Szpiner son guapísimos por partida triple, los deja listos para las fotos de banda medio cochinos-medio drogados en las calles de París (que por supuesto ya se sacaron).

Después tenemos la música: baterías programadas, guitarras a lo New Order-Duran Duran, sintetizadores espaciales y coros explosivos que parten siempre antes del primer minuto de la canción y que pueden tatarearse de memoria a la primera escucha del disco. Es un paquete simple y directo para bailar en fiestas de pantalones ajustados de colores, graffitis fluorescentes y anteojos de sol a las tres de la mañana. Y por último, tenemos una estética que combina una visión ochentera nostálgica a lo Sofia Coppola, con inocentes modelos ultra guapas y lánguidos tipos flacos, lo que se ve en video de su single estrella “Homecoming???, con aureolas boreales, mucho besuqueo en pantalla y primeros planos de Quentin modulando cada palabra lenta y sugerentemente en su acento francés super sexy. Listos para la foto, nuevamente…

El problema con The Teenagers es que tienen demasiada onda. Y eso se traduce en una constante ironía -que al final termina siendo bastante burda- y en una fijación malsana en algunos productos basura de los noventa, que ¡oh! sorpresa, resulta ser lo más desagradable en la gente con onda y que no tendría por qué no serlo en un disco debut. Sus letras son bastante tontas: “Homecoming???, el sencillo hype del año pasado narra la historia de un follón, con el enfoque chico (“me tiré a mi puta norteamericana???) y el enfoque chica (“me encantó mi romance británico???). En “Wheel of fortune??? Quentin se pregunta si el mundo sería un mejor lugar si Ben Affleck no hiciera películas y si Shannen Doherty no hubiera dejado “Beverly Hills 90210??? quizá nunca hubiera conocido a Alyssa Milano. Y sin ningún pudor declara abiertamente en “Feeling better??? -entremedio de un coro que dice en su última parte como una orden de gimnasio “Dance/ dance???- que quieren sanar el mundo para ti y para todos tus amigos y que lo único que exigen de vuelta es que compres sus poleras y hables de ellos en todas partes. Eso resulta bien divertido en las primeras escuchas, pero que después deja claro que el nicho de estos hipsters europeos son los singles: un formato perfecto para los quince minutos de fama del exceso de onda.