Experimental es una palabra que se usa y abusa demasiado. Se aplica a gente como John Zorn, quien ha hecho de todo, pero también a artistas como Venetian Snares, quienes tienen un estilo bastante definido (excepto quizás por el Rossz csillag alatt született).

Entonces, ¿qué es experimental? ¿Es probar tantos estilos como sea posible o es simplemente tocar algo que muy pocos se atreven a tocar? Mi objetivo, en este momento, no es defender una u otra posición, sino que comentar que el nuevo disco de tUnE-yArDs puede ser muy fácilmente clasificado de experimental, de la clase “probemos todos los estilos” en el mismo álbum.

Muchos dirán que la falta de un estilo definido en Whokill es exactamente el sello, marca registrada, que tiene el álbum. De hecho, si leen los comentarios de las revistas especializadas y/o páginas webs, verán que esta libertad creativa es una de las cosas más comentadas y alabadas del disco.

Yo creo que esa misma falta de estilo definido hace este disco difícil de escuchar, lo hace sonar desordenado y, en mi opinión, forzadamente inconexo. Seguro que habrá gente que disfrutará de este free spirit, de los múltiples cambios de ritmo, de los contrapicados, etc. Y eso está bien, gente diferente aprecia, o valora, la música de distintas formas.

Toda esta situación me recuerda cuando mi mamá me pedía ordenar mi pieza. Yo siempre contestaba “yo entiendo mi desorden”. Algo de verdad había en mi respuesta, pero que el desorden existía, existía. Y en cantidades.

tUnE-yArDs (sí, así se escribe) es, esencialmente  el trabajo solista de una chica, oriunda del área cercana a Boston, llamada Merrill Garbus. Ella toca una gran variedad de instrumentos, así que es responsable de la gran mayoría de los sonidos en sus discos (el primer álbum de tUnE-yArDs lo grabó básicamente, con una radiocassette). Esto, por supuesto, la obliga a loopear en vivo cuando da conciertos. Es una chica talentosa.

El disco empieza con “My country, una canción juguetona y con una onda media africana (sospecho es la percusión), todo mezclado con unos teclados muy ochenteros, voces en off, momentos sin música donde sólo se escucha la voz de Gaurbs, más un largo etcétera completan este tema.

Es un entretenido comienzo. “Es-so” sigue en la onda lúdica con una línea de bajo que marca el ritmo de la voz y dicta completamente la dirección de la canción. Obviamente no hay mucha sorpresa en este tema, pero es bastante sólido. La cosa lineal se acaba con el siguiente tema, “Gangsta, en el cual todo lo que suena parece llevar su propio ritmo y es constantemente cortado, reiniciado, intervenido, y llevado al caos.

El álbum sigue en esta secuencia musical que suena aleatoria, a veces. También se diluye un poco. Algunos temas destacados son “Powa”, que es una especie de balada que me suena muy a los ‘80 (segunda vez que menciono esto en ese disco). “Bizness”, que es muy parecida a “My country. “You yes you es el tema con más soul del álbum. Bastante bien llevado y uno de los pocos (en mi opinión) en que la voz de Gaurbs se complementa realmente bien con lo musical.

El disco casi cierra con “Wolly wolly gong, una canción de cuna que habla de corazones sangrando. Bellísimamente interpretado, habría sido ideal cerrar el disco con ella, como una manera de enviarnos a todos a tener sueños que no queremos recordar.

Disponible en Tienda Sonar en formato CD a $ 12.900 y vinilo $14.900. Tienda Sonar está ubicada en Paseo Las Palmas, local 017, Providencia.