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Antes de tener un disco editado de manera oficial, Vampire Weekend ya esta ligado a todo ese grupo de bandas que inundan el panorama musical con el bullado y trivial fenómeno del hype, que durante estos últimos años sigue apareciendo de manera recurrente y que hostiga en demasía. Inflados por algunos “medios especializados???, lo cierto es que este cuarteto creado en 2006 recién está aprendiendo a jugar en las ligas mayores de la música y ya está probando parte de este éxito mediático.

Más allá de todas las hostilidades y prejuicios que se tienen con este tipo de casos, no se puede negar que meterlos al mismo saco que a los demás está de sobra, porque la confirmación de todo lo que se habló y vaticinó hasta hace algún tiempo se hizo realidad con un trabajo que sobrepasa los límites de la expresión natural del pop multicolor, gracias a un talento y sencillez que simplemente descoloca. Algunos han catalogado todo este arsenal sonoro con la etiqueta “afro-pop???, pero ellos prefieren definirse como “Upper West Side Soweto???, una mezcla entre una zona artística de la ciudad de Nueva York y una región de Johannesburgo, Sudáfrica. Fuese cual fuese su definición, logran con esa extraña y peculiar mixtura llena de matices una armonía tan perfecta como adictiva.

La primera escucha puede generar emociones contrapuestas, pero es sorprendente cómo se descubren en sencillas canciones arreglos que inundan de magia y que exploran sonidos que siguen la escuela “world music??? ligada a Talking Heads, o la jugarreta del neo pop de Orange Juice. Sus dos primeros singles son una pequeña gran muestra de todo esto: en “Mansard Roof??? un teclado salido de alguna sixties band más una guitarra y batería que mantienen la estructura rítmica, cristalizan arreglos tan variados que dan un toque fresco, vital y efectivo; mientras que “A-punk??? atosiga con energía melódica al ritmo infantil de un contagioso ska, mezclado con los pomposos y delicados arreglos que recuerdan con nostalgia a Belle and Sebastian.

Los ocho tracks restantes de los vampiros de fin semana son tan explosivos como disímiles: “Oxford Comma??? da vuelta la tuerca con algo más relajado, pero aún mantiene el dinamismo y la amabilidad en cada acorde, dejando de lado la extravagancia para mostrarnos que también saben de austeridad y efusividad; “Cape Cod Kwassa Kwassa??? – llamada así por el baile congolés – nos muestra que a partir de líricas sin complejos (aparecen mencionados Louis Vuitton, el reggaeton y Peter Gabriel, entre otros), una base de tambores y la voz desenfadada de Ezra Koenig, pueden ser encantadores y tener chispa. Pronto vuelven a la fórmula más disparatada y alegre en “Boston??? y en “One??? demuestran la transmutación de géneros que oscilan entre el rock-pop y reggae, escapando de los estereotipos en que se les pueda encasillar.

“Walcott??? les da todo ese magnetismo, ya que es compacta, delirante y demuestra todo el pulso vital de la banda, cerrando con la hermosa “The Kids Don’t Stand A Chance???, que no hace más que acrecentar toda la luminosidad expuesta a lo largo de este trabajo. El escenario en el que Vampire Weekend aparece es el mejor, porque mientras una fábrica de bandas salidas con la etiqueta revivalista luchan por algún pequeño trozo de reconocimiento sin la imaginación necesaria, estos chicos usan su cotidiano y con eso son capaces de marcar la diferencia.