Uno de los lanzamientos más esperados del año ha sido Light upon the lake, el álbum debut de esta banda de indie rock de Chicago que a través de diez temas nos invita a un recorrido para reencontrarnos con la plenitud.

Whitney es un proyecto formado en 2015 por Max Kakacek y Julian Ehrlich, ex integrantes de Smith Westerns, quienes decidieron seguir trabajando en busca de un sonido único, ahora junto a cinco músicos más, y publicaron “No woman”, el single que hizo correr su nombre por las redes sociales.

Son los pequeños detalles los que hacen a Whitney tan especial. La voz de Julian, quien a su vez toca la batería, es lo primero que llama la atención: es aguda, suave y tiene un efecto desgastado que recuerda en algunos momentos al estilo que estableció Justin Vernon en Bon Iver. A su vez, las guitarras, el bajo y la trompeta crean un sonido cálido, que llama a la liviandad y despreocupación. Whitney no pretende alcanzar la perfección en la técnica, más bien es el gusto por lo desprolijo lo que encanta y marca su sello. Con Light upon the lake, Whitney se posiciona como una de las bandas destacadas de los últimos meses y nos ofrece un espacio para disfrutar de lo común y silvestre, de lo terrenal, de la simplicidad de las cosas.