Ángulos interpretativos para hablar de Schmilco, decenas. Podríamos ir con el de la secuela acústica del enchufado Star wars o el del regreso al folk de unos Wilco ya maduros que vienen de vuelta. Pero quedémonos con otro: el de un disco que refleja el sentido del humor de un grupo que lo pasa bien. Y no cualquier grupo, sino el que alguna vez fue considerado la versión estadounidense de Radiohead. Desde su título, una parodia de Nilsson Schmilsson de Harry Nilsson, hasta su graciosamente cruenta portada, a cargo del connotado ilustrador español Joan Cornellà, todo en Schmilco sugiere una sana falta de seriedad. Para qué ser tontos graves si, así como jugando, firman discos que pasan de largo sobre la media.