Publicado el 22 de febrero de 2000.

And then nothing turned itself inside-out es quizás el disco que acabó por sentenciar la imagen de Yo La Tengo como una de las bandas más creativas, intuitivas y constantes de las últimas décadas. Es también un punto de inflexión en la extensa discografía del grupo, desde los comienzos ligados al folk acústico, y que avanza con elocuencia en excelentes discos, como Painful (Matador, 1993) o I can hear the heart beating as one (Matador, 1997), por nombrar sólo algunos predecesores.

En este álbum el trío se propone finalmente como un estilo en sí mismo; una propuesta que transita por composiciones elegantes y estupendamente arregladas, como “From black to blue” o “Tears are in your eyes”, atraviesa por momentos más dados al noise (“Cherry chapstik”) y se deja seducir por la electrónica minimalista, análoga, sencilla y graciosa de “You can have it all”. Un disco que, tal como en su portada, puede ser amenazante y cotidiano.

Yo La Tengo es probablemente una de las pocas bandas que, en más de veinte discos, nunca decepcionan. Y And then nothing turned itself inside-out es una muestra de como esta banda puede depurar de manera clara un estilo que se vale de diversas formas para concluir en otra totalmente distinta.