Pareja de Lou Reed, amiga y colaboradora en diferentes momentos de William S. Burroughs, Philip Glass, Andy Warhol, Peter Gabriel y Brian Eno, Laurie Anderson ha sido una parte fundamental de la cultura neoyorkina en las últimas décadas. Tanto, que resulta difícil clasificarla en una disciplina: cantante, poeta, multiinstrumentista, cineasta, dibujante, artista experimental y cerebro audiovisual de performances dotadas de alta tecnología, son algunas de las facetas que la han erigido como un ícono en la vanguardia norteamericana de los últimos años.

Con claro acento en los sonidos conceptuales y minimalistas, Anderson acaba de editar su décimotercer álbum, Homeland (2008), y ya agendó su primera visita a Chile: según informó la productora Romero & Campbell, la estadounidense actuará el sábado 30 de agosto en Espacio Riesco. El precio de las entradas se anunciará en los próximos días.

Los conciertos de su Homeland Tour ya han acaparado numerosos elogios en distintos puntos de Europa y Norteamérica. Mezclando tenues pasajes electrónicos y su característico violín de arco de cinta, Anderson viene a mostrar un espectáculo de dura crítica hacia EE.UU.: la sociedad consumista, el exitismo apresurado y el racismo son los principales blancos de una performance que cuenta con variadas imágenes de la actual sociedad norteamericana.

La visita de Anderson a Chile coincide con uno de los períodos más importantes de su vida personal: en abril pasado, y en una secreta ceremonia celebrada en Colorado, contrajo matrimonio con Lou Reed, tras 13 años juntos y una influencia mutua plasmada en discos, canciones y entrevistas.