Uno de los discos fundamentales del hip-hop chileno cumple 20 años. La música y mensaje de “Aerolíneas Makiza” aún sigue vigente.

Despegue

Makiza, cuarteto hip-hop formado en 1997 por los MCs Ana Tijoux y Seo2 (Cristián Bórquez), el productor Cenzi (Gastón Gabarró) y DJ Squat (Jean Paul Hourton), tuvo un paso más o menos fugaz por la escena nacional. Sin embargo, los efectos de su música aguerrida y sofisticada permanecieron por muchos años. Hijos de exiliados, los integrantes de la banda pasaron buena parte de su adolescencia en el extranjero, donde desde distintas experiencias conocieron el influjo de la cultura hip-hop.

Como una forma de tomar posición y definirse, la banda tomó su nombre de la palabra francesa maquisard, con la que se identificó a los guerrilleros de la resistencia francesa. “Frente lírico combatiente”, solían repetir en sus canciones, que tuvieron un gran apronte en Vida salvaje, autoproducido debut publicado en 1998 que caló hondo en el hip-hop chileno. Una vez en la calle, las copias del álbum se agotaron rápidamente. Sin embargo, aún tenían algo más importante que decir: un año después y bajo el alero de la multinacional Sony, lanzaron Aerolíneas Makiza, un prodigio de beats y rimas vigente hasta el día de hoy.

Si bien el rap chileno ya contaba con valiosas propuestas como las de los pioneros Panteras Negras, Los Marginales, M16, La Pozze Latina o Tiro de Gracia, todos indiscutidos cronistas de la realidad local, Makiza llegó a imponer una mirada personal y desprejuiciada. No solo fueron la voz de los hijos de los retornados, hijos de la rosa de los vientos, como bien rimaron ellos, también aportaron una sensibilidad inédita, en gran medida gracias al talento de Ana Tijoux, cuyo temprano empoderamiento no pasó desapercibido. Sin embargo, el atractivo principal de Makiza se basó en la fricción de sus integrantes, todos curtidos en las artes del hip-hop. De la unión de las cuatro cabezas nació la fuerza, fue uno de los lemas del grupo.

Otra vez

20 cortes, una hora y 12 minutos casi sin desperdicio. Aerolíneas Makiza amplió el discurso que el cuarteto venía desarrollando desde Vida salvaje, nutrido en diversos shows previos en el circuito underground del rap santiaguino, donde tomaron contacto con la diversidad estilística de los exponentes nacionales. Vida salvaje, que fue repartido de mano en mano y coincidió generacionalmente con otros esfuerzos como Avanza (1998) del trío Calambre, por solo dar un emblemático ejemplo, demostró una vez más que el rap independiente era posible, que bastaba organizarse y mantenerse firme. Aerolíneas, en tanto, además de visibilizar esta ética de trabajo, fue otro triunfo para un movimiento que ya había encontrado en Ser humano!!! (1997), el clásico de Tiro de Gracia, varias fuentes de inspiración.

Más poesía menos egocentrismo. Tanto rap que atragantaría a una ballena“, dice Seo2 en “Versos al viento”, una declaración de principios -también una presentación- estratégicamente puesta al comienzo del álbum. “Tirando mis versos al viento yo me moriré. Mis versos inmortales, que tiro como ave”, agrega más tarde Ana. De esta forma anuncian la lógica del álbum en cuanto a las letras: un diálogo constante entre las reflexiones de ambos MCs, más la presencia de algunos invitados. Solo Di Medina (“Alquimia”), Epicentro (“En paro”), VanBuda (“La saga”) y Nuclear (“La vida es como un sueño”), funcionan también como representantes de la amplitud del rap local.

Aerolíneas es una sucesión de textos que con frecuencia se cuestionan el día a día (“¿Cuál es mi misión, sobre esta tierra?“, se preguntan en “La misión”), pero que también apelan a la denuncia y al clamor popular, como queda de manifiesto en “La saga”, un furibundo alegato antifascista aún poderoso, que cuenta con la colaboración de Van Buda, MC de La Orden 9 Ojos, grupo vinculado al colectivo DMS.

Pero es en “En paro” cuando la protesta se hace más evidente: “Yo, tú, juntos protestamos. Contra el terrateniente que se dijo amo. Lucha de clases sociales, desigualdades. Escuchen fascistas inmorales, somos iguales“. “En paro” es una canción insigne, tan explícita que ni siquiera Ana creía que podía sonar en la radio. De hecho, fue censurada en varias emisoras por su contenido político, lo que solo sirvió para que el tema se difundiera aún más. Hoy, en tiempos de represión y despertar ciudadano, temas como estos cobran mucho sentido.

Aterrizaje

Si bien en Ser humano!!! las posibilidades del boombap y el sampling ya estaban bien cubiertas, Aerolíneas Makiza a través de las amplias habilidades de Cenzi fue más allá en la búsqueda de matices y formas en la producción. Su banco de sonidos incluye soul, funk y jazz de rigor, más guiños a la música latinoamericana, incluso marchas. Makiza además incorporó con maestría el elemento tornamesístico por medio de los siempre certeros aportes de DJ Squat, un tipo que llegó a complementar el conjunto y lucir sus trucos en cortes como “Tornamento”. En el futuro notaríamos sus inquietudes en proyectos como Pánico o los más recientes Compadre.

Si las letras del disco aún pueden ser materia de estudio, lo mismo ocurre con los beats. Cenzi parece dejar en Aerolíneas un muestrario de cómo ir por el beat perfecto, una especie de guía para iniciados. La cantidad de samples que utiliza es abrumadora. Desde “Light my fire” de Shirley Bassey en “En paro”, hasta “The only thing I would wish for”, de Angela Bofill, en la eterna “La rosa de los vientos”. Como una forma de celebrar el vigésimo aniversario del disco, el productor por estos días difunde Un hijo de la rosa de los vientos, libro en el que relata su experiencia en Makiza.

“In loco parentis”, una de las canciones más emocionantes del rap local, donde Seo2 describe la relación fracturada con su padre, representando a toda una generación, contiene un guiño a “One one one”, de los franceses Les X-Men, dando cuenta de la variedad de referencias presentes en el álbum. Según Cenzi, la mayoría de las referencias o samples de Aerolíneas fueron obtenidas gracias a aportes de amigos, que prestaron sus discos para hacer el respectivo diggin.

Tras Aerolíneas Makiza, el cuarteto nos dijo adiós de manera prematura. Luego volverían, con otra formación y un nuevo disco, Casino royale (2005). Ya en ese momento todos los integrantes de la banda ponían énfasis en sus proyectos personales. Sin embargo, Aerolíneas Makiza es un tag que jamás fue borrado de los muros de la ciudad, como pasa con los escritores que gozan de respeto y admiración. La misma ciudad que lo acogió hace 20 años, hoy lo saluda y recibe en medio de protestas contra el modelo y el gobierno de Piñera. Una ciudad víctima de la represión desatada vuelve a poner atención a su mensaje. Del casete al playlist, como parte de la banda sonora de nuestro presente.