En estos días la avalancha tecnológica pareciera hacernos creer que las disquerías son cosa del pasado. Que así como pasó con el negocio del repartidor de hielo luego de la masificación del refrigerador, los estantes con carátulas y la venta de soportes no serían sino parte de un recuerdo romántico, un pasado mejor.

Una época -digamos, dieciséis años atrás- recordada con una extraña nostalgia por quienes fueron desplazados por la masificación del mp3 y las copias piratas. Pero al parecer esta creencia no es tan cierta. Pareciera ser que la masificación tecnológica, por el contrario, ha supuesto -vinilos mediante- una nueva oportunidad para la venta de soportes incluyendo, oh cielos, discos compactos.

Quizás algo parecido pasa con la radio.

Cuando se masificó la radio, probablemente los padres de quienes hoy se empeñan en acabar con la piratería en internet, sostenían que acabaría con el negocio de los discos. Hoy, mientras llevamos en el bolsillo dispositivos que pueden albergar varias horas de música, ¿por qué querríamos escuchar programas de radio?

Mientras mejor catalogamos nuestros mp3 en el dispositivo de turno, con más ganas buceamos en búsqueda de complicidad, de orientación, de una ruta donde llevar nuestro cargamento próximo de música en ceros y unos. Una búsqueda, en el fondo, de afecto. ¿Por qué querríamos leer critica musical especializada en tiempos de internet?

Quizás una respuesta es que nunca antes necesitamos más de critica cultural que en tiempos de abundancia.

Como si estuviéramos buscando tomar malas decisiones, en Super 45 hacemos crítica musical en internet, adoramos los discos y, desde hace dieciséis años, hemos producido un programa de radio. Quizás lo que sucede es que no todo se resuelve con análisis de mercado ni todo se trata de tomar decisiones racionales, de tomar buenas decisiones.

Llevamos dieciséis años no sólo empeñados en explicarnos esas sensaciones -irracionales, por cierto- que nos trajo el último disco fundamental, sino también en compartirlas. Al final, de pronto, de eso se trata todo esto. De ir de la mano con nuestras pocas certezas y superar los aluviones. Los tecnológicos, los de mercado y los de la razón. (Claudio Ruiz)

A continuación enumeramos 45 discos destacados en estos 16 años (los primeros 5 llevan reseña). Además y por ser una ocasión especial, nuestros amigos de la Disquería Sonar (Paseo Las Palmas, local 017, Providencia) regalarán un álbum a tres afortunados lectores, que en los comentarios de este post escriban sus 10 discos favoritos de los último 16 años, no olviden poner su nombre y apellido.

Los ganadores serán dados a conocer este domingo en la edición #674 de Super 45 Radio. Pronto un nuevo post con las menciones honrosas fuera de ranking.

 

1. The Magnetic Fields – 69 love songs (Merge, 1999)

La obra posterior al imprescindible Get lost (Merge, 1995) partió como el más ambicioso proyecto de Stephin Merritt: componer 100 canciones que formarían la base de un espectáculo teatral con cantantes y transformistas en escena. Lastrada por su exceso, la idea original fue pronto desechada y las canciones se redujeron a 69, cifra con una obvia connotación erótica que terminó titulando el triple disco que las contiene.

Así, acompañado por sus fieles Claudia Gonson, John Woo y Sam Davol, junto a los cantantes LD Beghtol y Dudley Klute (rescatados del frustrado musical), Merritt nos brinda un cancionero sobre las diferentes fases del amor – de la conquista al amor eterno, del deseo de envejecer junto a tu pareja al despecho, pasando por el cinismo del que es sorprendido jugando con los sentimientos del otro/a-, que también sirve como un compendio musical del siglo XX: pop acústico y electrónico, jazz, punk, cabaret, música experimental y baladas a lo Fleetwood Mac, sirven como perfecto envoltorio para esas rimas y estribillos demoledores que no tardan mucho en pegarse a la memoria.

Este álbum nos deja con una sensación similar a la que produce escuchar a Tindersticks: nos consuela al mismo tiempo que nos saca lágrimas, pero también nos convierte en testigos de algo que difícilmente podrá ser superado por su autor. Algo es seguro: salir indemne de 69 love songs es virtualmente imposible. (Pablo Meneses)

2. Yo La Tengo – And then nothing turned itself inside-out (Matador, 2000)

Lanzado a comienzos del año 2000, And then nothing turned itself inside-out es quizás el disco que acabó por sentenciar la imagen de Yo La Tengo como una de las bandas más creativas, intuitivas y constantes de las últimas décadas. Es también un punto de inflexión en la extensa discografía del grupo, desde los comienzos ligados al folk acústico, y que avanza con elocuencia en excelentes discos, como Painful (Matador, 1993) o I can hear the heart beating as one (Matador, 1997), por nombrar sólo algunos predecedores.

En este álbum el trío se propone finalmente como un estilo en sí mismo; una propuesta que transita por composiciones elegantes y estupendamente arregladas, como “From black to blue” o “Tears are in your eyes”, atraviesa por momentos más dados al noise (“Cherry chapstik”) y se deja seducir por la electrónica minimalista, análoga, sencilla y graciosa de “You can have it all”. Un disco que, tal como en su portada, puede ser amenazante y cotidiano.

Yo la tengo es probablemente una de las pocas bandas que, en más de veinte discos, nunca decepcionan. Y And then… es una muestra de como esta banda puede depurar de manera clara un estilo que se vale de diversas formas para concluir en otra totalmente distinta. (Tote Valenzuela)

3. Primal Scream – XTRMNTR (Creation, 2000)

Si algo ha caracterizado el rock independiente en este milenio es su actitud pusilánime. No es que no hayan aparecido discos importantes o sólidos, pero al lado de fenómenos como el punk, el hardcore o incluso el grunge, el siglo XXI ha dejado mucho que desear. A excepción, claro, de que se tome en cuenta XTRMNTR (Creation Records, 2000), el último gran disco de rock del nuevo milenio.

Mientras que los adolescentes del nuevo milenio disfrutaban con la ingenua agresión de bandas como Rage Against The Machine, Deftones o Korn, Primal Scream daban clases de revolución y anarquismo, tanto en lo político como en lo musical. A fin de cuentas, XTRMNTR es, por partes iguales, una patada en la guata y un tiro en la cabeza. Y antes que todo eso, es una declaración de principios: el rock debía ser una fuerza avasalladora, en la que el ruido, los beats, los riffs de guitarra, los paisajes sonoros, las murallas de sonido y cualquier otro recurso, se dieran cita sólo para hacerse pedazos entre sí.

XTRMNTR dejaba claro que un disco de rock puede matar hippies, hacer referencias al sucio dinero, acelerar a cien kilómetros por hora, asesinar a la velocidad de la luz, tomarse kilos de píldoras y, claro, exterminar. La verdad, es que es todo eso y mucho más. (Gabriel Pinto)

4. Mogwai – Rock action (Matador, 2001)

Alguien dijo por ahí que la melancolía es el placer de estar triste y no podría haber mejor frase para describir el tortuoso placer de escuchar este disco. Punto de inflexión en la carrera de los escoceses, Rock action (Matador, 2001) se aleja de la configuración más simplista de guitarra-bajo-batería de sus dos primeros discos para enriquecer el sonido de la banda, incluyendo sonidos electrónicos y otros instrumentos ausentes en los inicios discográficos de los de Glasgow.

Rock action es un álbum intenso, melancólico y con un enfoque más hacia texturas que permiten enriquecer el discurso cínico de Mogwai, pero que esta vez también nos muestran su lado más frágil. Invitación a quemar falsas moralinas personales y de la sociedad actual, pero expresadas a través de tristes melodías y un formato balada que finalmente nos recuerda que somos casi nada.

Rock action es un goce relleno con joyas como “Take me somewhere nice”, “Dial: revenge” y “O I sleep”, cimientos de un tremendo recorrido que culmina con la épica descarga emocional de “2 Rights make 1 wrong” y su inolvidable y nostálgica melodía principal. Un álbum imposible de no celebrar. (José Luis Baéz)

5. Hood – Cold house (Domino, 2001)

Cold house es un álbum que utiliza Leeds como refugio y la música como arma de doble filo. Melodías que jamás pierden su tono nostálgico y provocan placer, pero al mismo tiempo contiene letras que evocan paisajes, pérdidas y conflictos no resueltos, a través de riffs, clicks e incluso beats en una mixtura indómita.

Todo en Cold house es propio del azar, pero también es producto del estudio y desprejuicio de unos tipos sin edad, cuya obra anterior algo dispersa y entregada a modo de EPs y rarezas tiene por fin en este disco su punto más alto.

Guiños a la electrónica tipo Morr o Warp y atmósferas envolventes que a ratos le deben lo mismo al dub que al post rock, en un volumen que para muchos fue el punto de partida para descubrir nuevos e híbridos sonidos. (Freddy Olguín)

Super 45: 16 años 45 discos, lista completa:

1. The Magnetic Fields – 69 love songs (Merge, 1999)
2. Yo la tengo – And then nothing turned itself inside-out (Matador, 2000)
3. Primal Scream – XTRMNTR (Creation, 2000)
4. Mogwai – Rock action (Matador, 2001)
5. Hood – Cold house (Domino, 2001)
6. Arcade Fire – Funeral (Merge, 2004)
7. Radiohead – Ok computer (Parlophone, 1997)
8. Sparklehorse – It’s a Wonderful life (Capitol, 2001)
9. Neutral Milk Hotel – In the aeroplane over the sea (1998)
10. Spiritualized – Ladies & gentlemen we are floating in space (Arista, 1997)
11. Tortoise – Millions now living will never die (Thrill Jockey, 1996)
12. Animal Collective – Merriweather post pavilion (Domino, 2009)
13. Grandaddy – The sophtware slump (V2, 2000)
14. Stereolab – Emperor tomato ketchup (Elektra, 1996)
15. Wilco – Yankee hotel foxtrot (Nonesuch, 2002)
16. The Flaming Lips – Soft bulletin (Warner, 1999)
17. Elliot Smith – Either/Or (Kill Rock Stars, 1997)
18. Disco Inferno – Technicolour (Rough Trade, 1996)
19. Low – Things we lost in the fire (Kranky, 2001)
20. Notwist – Neon golden (City Slang, 2002)
21. Gastr del sol – Camofleur (Drag City, 1998)
22. Belle and Sebastian – If you’re feeling sinister (Jeepster, 1996)
23. Oukast – Stankonia (Arista, 2000)
24. Javiera Mena- Esquemas juveniles (Quemasucabeza, 2006)
25. Sufjans Stevens – Illinoise (Asthmatic Kitty, 2005)
26. Godspeed You! Black Emperor – Lift your skinny fists like antennas to heaven (Kranky, 2000)
27. The Aluminum Group – Little happyness (Minty Fresh, 2008)
28. Jens Lekman – Night falls over Kortedala (Secretly Canadian, 2007)
29. The Avalanches – Since i left you (XL, 2001)
30. Junior Boys – Last exit (Domino, 2004)
31. Boards of Canada – Music has the right to children (Warp, 1998)
32. LCD Soundsystem – LCD Soundsystem (DFA, 2005)
33. Fennesz – Endless summer (Mego, 2001)
34. Broadcast – The noise made by people (Warp, 2000)
35. The Olivia Tremor Control – Music from the unrealized film script, dusk at cubist castle (Flydaddy, 1996)
36. Daft punk – Homework (Virgin, 1997)
37 Cat power- What would the community think (Matador, 1996)
38. Alpha – Come from heaven (Melankolic, 1997)
39. Brian wilson – Smile (Nonesuch, 2004)
40. M.I.A. – Arular (XL, 2005)
41. Helium – The magic city (Matador, 1997)
42. Massive attack – Mezzanine (Virgin, 1998)
43. The xx – The xx (Young Turks, 2009)
44. Pernice Brothers – The world won’t end (Ashmont, 2001)
45. Smog – The doctor came at dawn (Drag City, 1996)