Red Bull nos invitó al estreno en vivo del nuevo disco de ANOHNI en el RBMA Festival 2016 New York City y Claudio Ruiz nos cuenta lo que vio.

ANOHNI
18 de mayo de 2016
Park Avenue Armory, Nueva York
Fotos: Drew Gurian y Maria Jose Govea

ANOHNI denominó Desesperanza a su disco debut. Para quienes han seguido su carrera desde los tiempos de Antony and the Johnsons, no es una sorpresa: la intimidad, la protesta, la búsqueda de la identidad y la experimentación musical ya se rastreaban en las presentaciones en vivo de Swanlights (2010) o en sus colaboraciones con la artista Marina Abramovic, por lo que era posible deducir que esas inquietudes podrían recorrer caminos menos obvios. Y ahí está Hopelessness (lee un comentario acá), uno de los discos más interesantes de los últimos años para muchos, donde la cantante y compositora modela en clave de demanda e indignación conflictos ambientales, religiosos y de derechos civiles. Un álbum absolutamente político.

El pasado miércoles 18 de mayo, a la entrada del Park Avenue Armony de Nueva York, los asistentes al estreno en vivo de Hopelessness se encontraron con repetitivas explosiones ahogadas que sonaban por altoparlantes y, ya adentro, los mismos estallidos atonales, pero en un video que mostraba a la supermodelo Naomi Campbell, liviana de ropa, contorneándose y sonriendo a la cámara, en un registro de la grabación del clip de “Drone bomb me”, primer sencillo del disco.

Anon performs at Anohni: Hopelessness, part of the Red Bull Music Academy Festival, at Park Avenue Armory in Manhattan, NY, USA on 19 May, 2016. // Drew Gurian / Red Bull Content Pool // P-20160520-00534 // Usage for editorial use only // Please go to www.redbullcontentpool.com for further information. //

El cuarto de hora que duró la experiencia audiovisual jugó con la paciencia de los asistentes, hasta que las luces se fueron a negro y bruscos impulsos electrónicos dieron paso a la aparición de los productores Oneohtrix Point Never y Christopher Elms luciendo capuchas oscuras a cada lado del escenario, mientras introducían el tema que da nombre al disco. Una vez que la prodigiosa voz de Anohni llenó el espacio que comenzaba a ocupar la impaciencia, las pantallas mostraron mujeres que, en furioso primer plano, interpretaban visualmente las canciones, lo que sería la tónica durante el resto del concierto.

En una entrevista reciente, Antony Hegarty explicaba que en Hopelessness por primera vez siente que usa su voz para expresar conflictos, perspectivas y problemas que son menos confortables para ella. Quizás como una forma de hablar a través de los ojos de otro, el ejercicio de estilo da cierto resultado. En la letra de “Crisis” se disculpa por haber matado a una familia con drones, asumiendo un lugar en el mundo (¿un lugar moral?) no particularmente común en el pop mainstream. Pero resulta curioso que siendo un álbum tan profundamente político y personal, Anohni haya mostrado tanta distancia con el público: no hubo una sola palabra de buena crianza durante la hora de espectáculo y la cantante jamás dejó ver su cara, oculta tras una suerte de velo integrado en un traje en todos crema con una visible capucha.

Hacia el final del show apareció el rostro desnudo de Anohni en la pantalla gigante, lo que provocó aplausos y demostraciones de entusiasmo ausentes durante el resto de la noche. Pero sólo fue un preludio para el cierre, con una interpretación estrictamente apegada al original de la estupenda “Drone bomb me”.

La salida del teatro fue apurada y algo incómoda. No por la exposición a un disco contestatario y urgente, sino precisamente porque, para algunos, fue una experiencia que no añadió compromiso a una obra que hemos aprendido a querer tan rápidamente. Un espectáculo algo indulgente para un disco fundamental de nuestros tiempos.

Anohni performs at Anohni Presents Hopelessness, part of the Red Bull Music Academy Festival, at Park Avenue Armory, NY, USA on 18 May, 2016.