Amarga Marga
Sala Master, Santiago.
01 de diciembre de 2016.

Fotos: Rodrigo Ferrari – Música sin Flash

La atmósfera de la Sala Master ayer, era diferente a la del resto de la ciudad. El calor, sudor y humo hacían pensar que estábamos bajo tierra, en un subterráneo. La razón de todo esto: Amarga Marga y el lanzamiento “simbólico” -como dijera Felipe Huerta, voz y guitarra de la banda- de su disco debut, Mi arma blanca (Algorecords, 2016). Una de las placas de mejor factura que se ha hecho nuestro país este año.

Con esta tocata, quedó más que claro el efecto que el disco tuvo sobre la historia de Amarga Marga. Tras lanzar el álbum, el público de la banda creció vertiginosamente. La euforia y el coro de los fans aumentó con cada tocata hasta finalmente, llegar al lanzamiento, donde la entrega fue absoluta.

Debe haber sido menos de un minuto el tiempo que duró sentada la gente en sus sillas. La potente batería de Terán, invitaba a todos a ponerse de pie para dar comienzo a la experiencia. “Niña cuchillo” abría los fuegos de la noche, entre un mar de personas que a saltos se empujaban bajo luces. Luego de esa, “Diana” y “Lávate el pelo” hacían pensar en que el setlist seguiría el orden del disco, pero no fue así.

Amarga Marga entregó un viaje a lo largo de todas sus canciones, con una calidad sonora realmente admirable, confirmando la exacta pulcritud que les caracteriza en la ejecución de los instrumentos. Las armonías vocales de Diego González y Felipe Huerta, la precisión y entrega física de Diego Terán en la batería y la energía inagotable de Nahi Ferreira en el bajo, hicieron que todo fuera en constante ascenso.

El elenco de 18 canciones fue acompañado de cerca por un público que con voracidad, disfrutaba cada tema. “Tus años luz”, “Cerro cerro” y “Turbulencia” fueron momentos de conexión con el público. Pero Amarga Marga es más que solo acordes veloces y pegajosos, “Déjame calmar” y “Bien arriba” fueron igualmente bien recibidas con su tranquila calidez.

La posibilidad de crear temas en temperamentos tan variados y lograr confluir los estilos de composición de Felipe Huerta y Diego González en un mismo camino, son de las cosas más notables de Amarga Marga. Un grupo que mezcla desde punk hasta armonías con un claro sello Beatle. El lanzamiento de Mi arma blanca es un hito en el crecimiento de una banda que se adueñó de la Sala Master con lienzos y visuales, haciéndola adoptar un aura propicia al gusto de los músicos. Esperamos que esa actitud de comerse los lugares, sea algo que la banda no pierda nunca.

Revisa acá todas las fotos del lanzamiento

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